La edición de los Premios Oscars no es solo una alfombra roja, es una pasarela por la que se inmortaliza el vestuario de todos los asistentes a la gran noche del cine. Cada año, la Academia envía a sus invitados un estricto protocolo de vestimenta que ha sido respetado por unanimidad en casi todas las galas, hasta que llegó la celebración de la 94º edición en el año 2022. El dress code es un código de vestimenta que acatan los invitados según el evento, a veces, se trata de normas no escritas pero que todo el mundo comprende de manera natural por la herencia cultural y otras, como en la ceremonia de la estatuilla dorada que se redacta y se publica para la ocasión.
Viaje al pasado con ‘Love The Twenties Festival’, todos los temazos de los 2000 en un día
Vuelve el tiro bajo, los calentadores y la lencería a la vista, es la imparable fiebre por el estilo ‘Y2K’ o como diría Bad Gyal, la mujer que nunca lo abandonó: el flow 2000. Además de sentenciarse su regreso sobre las firmas high fashion con el retorno de marcas emblemáticas de aquel inicio de siglo como Diesel o Blumarine, el estilo dosmilero ya se palpa en la calle. Rosalía ha bautizado su estilo como motomami, pero más allá ella posee la estética encarnada del personaje de cine quinqui español del director Bigas Luna con Yo soy la Juani. «Luna, que era muy bueno creando símbolos, recreó el estereotipo de poligonera». La cantante catalana reivindica este estereotipo de mujer con su recogido spiky bun y sus cadenas para encumbrarlo con una estética sofisticada. En su disco Los Ángeles ya abrazó y modernizó los tópicos españoles como el toreo y las noches de parkineo con el mundo del motor como hilo conductor entre su anterior obra y la actual. Camiones en ‘Malamente’ y motos en ‘Saoko’ con el rojo como color predominante en todos sus trabajos… el color español por excelencia. Pero por mucho que nos encante que la Rosalía se inspire en estos iconos de los 2000, su música no es el único parche para aliviar a la generación millenial de esa nostalgia por aquellos temazos que cantábamos a pleno pulmón. Cada verano desde 2018 en Madrid se reúne a todo un cartel mítico en tres escenarios en un día que oscila entre la melancolía y la extrema felicidad por una época de intensa dosis pop, el dance de la mítica ruta del Bacalao y los clásicos españoles imprescindibles en cualquier verbena de pueblo. Con actuaciones cortas de aproximadamente media hora y 13 horas de música ininterrumpida, el festival Love the … Seguir leyendo