Todos en algún momento, hemos renunciado a horas de sueño alguna que otra noche. Ya sea por estrés, por preparar exámenes a contrarreloj, desvelarnos con nuestra serie favorita o incluso por el llanto de un recién nacido.
Sea por el motivo que sea, dormir pocas horas puede hacer que afrontar el día se convierta en todo un reto, eso está claro. Sin embargo, podemos tener en cuenta algunos tips para sobrellevarlo. ¿Quieres saber cuáles? Si tú también has pasado una mala noche, ¡Esto te interesa!
Refréscate
Una ducha de agua fría, o en su defecto, templada (siempre que el tiempo lo permita) puede ayudarnos a espabilar y a empezar el día más despiertos.
Aliméntate bien
Si hemos dormido poco, nuestra energía para cualquier labor se verá afectada, de manera que debemos intentar ingerir alimentos saludables y de calidad para aportar con la alimentación aquella energía que le falta a nuestro cuerpo.
Para ello, evita alimentos como los azúcares y algunos tipos de hidratos de carbono (principalmente aquellos de tipo industrial y de bajo valor nutricional) porque estos no te aportan verdadera energía duradera. En su lugar consume alimentos ricos en proteínas y vitaminas. Algunos alimentos que puedes incluir son: avena, frutas y verduras, lácteos y claro está (si no lo tomas de normal), quizá ese día venga bien incluir alguna bebida con cafeína como el café o el té, que nos ayudarán a estar despiertos y activos unas horas. Por supuesto no excedas la cantidad de cafeína ya que como todo, un exceso podría resultar perjudicial para nuestro sistema.
Ponte en movimiento
Después de haber pasado varias horas sin dormir no tendrás muchas ganas de nada, sin embargo, ponernos en movimiento puede ayudarnos a no “quedarnos fritos “en la silla de la oficina o, si estás teletrabajando, en la de casa. Una buena técnica es dar un paseo y tomar un poco el aire.
Si no te pilla muy lejos, puedes aprovechar para ir caminando al trabajo ese día y de paso, nos ahorramos atascos y disgustos a primera hora de la mañana.
Cambia las actividades si no has dormido bien
Deja aquellas tareas que requieran más esfuerzo mental para las primeras horas del día. A pesar de haber dormido poco, y si además has seguido los consejos anteriores, estarás más activo y no llevarás el cansancio acumulado del día.
Duerme una siesta
“20 minutos de siesta rejuvenecen a la gente, mejoran la memoria, el aprendizaje y el humor, y aumentan la productividad laboral”
No existe ningún sustituto para el sueño. De manera que, si tienes la posibilidad, una siesta de media hora puede ayudarnos a refrescar la mente y reducir los efectos de la somnolencia. Eso sí, hemos dicho unos 20/30 minutos ¡No más! Sobrepasar los 40 minutos de siesta, podría tener efectos contraproducentes en el sueño nocturno.
Como todo, no olvides que la falta de sueño debe ser una excepción y no la regla. Dormir bien y lo suficiente, además de ser un placer, ayuda a mantener el cuerpo y la mente sanos.
Me encanta leer, viajar, comer y bailar. Y por supuesto, desde siempre, también amo escribir.