¿Has decidido que ya es hora de tratar a tu cuerpo y tu salud como se merecen? Martín Ferrando Mora, pediatra y triatleta apasionado, nos cuenta en Be Runner My Friend las claves para engancharse al running, un deporte que sólo proporciona beneficios y no para de sumar adeptos. El running está de moda. Si Facebook se llena de fotos de zapatillas embarradas y rutas de Endomondo, ¡será por algo!
Lo más duro del running, como con cualquier tarea que se emprende, es empezar. Si no estás acostumbrada, el comienzo puede ser muy duro, pero lo bueno de salir a correr es que se progresa con bastante rapidez. Eso sí, ¡no hay que ser bruto! No debemos dejar que el aburrimiento o la ansiedad por los resultados nos hagan correr desde el primer día como si nos estuviera persiguiendo un asesino con una sierra mecánica. El cuerpo necesita adaptarse de forma progresiva.
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En Be Runner My Friend, Martín Ferrando Mora explica cómo empezar a correr desde cero. El running te hace sentir bien, te cuida, mejora tu calidad de vida. ¿A qué estás esperando?
1. Lo primero que debes entrenar es la mente. Tenlo todo preparado. Hazte un plan mensual y cúmplelo. Si un día toca salir a correr pero no te apetece, te aguantas y sales. Una de las cosas que mejor funcionan para motivarse es crear una lista de reproducción de música alegre, con ritmo, y asociarla a tu tiempo de entrenamiento. Escuchar música mientras corres hace que te sientas mucho mejor.
2. Traza una ruta que esté cerca de casa y tenga buena iluminación, por si sales de a correr de noche. Si te cansas de tu circuito particular, busca nuevos caminos, explora, descubre. ¡Pero tampoco te olvides de cómo se vuelve a casa!
3. El equipo. No hay que fliparse con la vestimenta y dejar que Decathlon devore tu sueldo del mes, pero hay una serie de normas que conviene seguir. La ropa es importante y el pulsómetro, aunque prescindible, es muy útil, pero la verdadera clave reside en las zapatillas. Déjate aconsejar. ¿Pronador o supinador?
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4. Hay que aprender a andar antes de echar a volar. Caminar o montar en bicicleta durante media hora cuatro días a la semana durante dos semanas servirá para crear hábito y mandarle un mensaje muy claro a tu cuerpo: dentro de nada, ¡a correr!
5. Tras la preparación, sigue el método CaCo. No, no es echar a correr después de robarle el móvil a alguien. El nombre del método proviene de las iniciales de Caminar y Correr, y establece un control de pulsaciones mientras entrenas. Hay que correr hasta llegar a un 80 o 90% del máximo de frecuencia cardíaca (si no tienes pulsómetro, no poder hablar te indicará que has llegado al punto). Camina hasta que bajes hasta un 70% de la frecuencia máxima (o puedas hablar de nuevo), y entonces vuelve a correr. Los primeros días caminarás más tiempo del que correrás, pero eso cambiará muy pronto.
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6. Alarga el tiempo de carrera. Cuando logres correr sin parar durante 30 o 40 minutos, intenta mantener la continuidad y corre tres días a la semana. Uno de esos días, trata de alargar un poco el tiempo de carrera semanal, hasta que consigas correr durante 60-90 minutos. Reserva un cuarto día para otra actividad, como nadar o montar en bici. Así no pierdes el ritmo y dejas descansar las partes del cuerpo que se potencian con el running.
7. Seguro que hay carreras en tu ciudad. No tengas miedo y apúntate. Hay atletas que parecen Terminators en estas pequeñas competiciones, pero la inmensa mayoría de gente está como tú, empezando y aprendiendo. Correr junto a otras personas te dará un extra de motivación y entusiasmo.
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8. Las series son para los Runners avanzados. Corre de forma consistente durante, al menos, seis meses. No tengas prisa, ya batirás tus propias marcas.
9. Te lo decíamos al principio: ¡no hagas burradas! No te dejes llevar por la euforia de salir a correr todos los días, los extremos no son buenos. Permite que tu cuerpo se adapte poco a poco, y así mantendrás lejos de ti las temidas lesiones. “No Pain No Gain” es una canción muy chula de los Scorpions, pero si te duele algo, es una señal de que debes parar.
10. Relájate. Sé paciente. No te obsesiones con la obtención de resultados instantáneos. Los beneficios llegarán. ¿No has visto lo pesados que son los runners, todo el día hablando de lo bien que se sienten? Ahí tienes la prueba. Correr es fluir, mirar hacia delante, ser positivo, disfrutar.
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11. Si corres para adelgazar, debes saber que al principio ganarás algo de peso, porque el nuevo músculo que estás adquiriendo pesa más que la grasa. No te desmoralices y come bien, tu cuerpo reclama combustible para afrontar las sesiones de entrenamiento. Comer bien no es comer mucho, es comer con calidad.
12. Correr es divertirse. Cuando aparezca la pereza (que aparecerá), recurre a una idea motivante, un impulso positivo. Motívate.
Foto: “Riis Skov (maj) 02” by RhinoMind – Own work. Licensed under CC BY-SA 4.0 via Wikimedia Commons
En Be Runner My Friend saben muy bien de lo que hablan. Allí tienes cada una de estas claves explicada con mucho más detalle, y te ofrecen un montón de información adicional, como la importancia de fijarse metas, técnicas para correr sin lesionarse, entrenamiento progresivo, e incluso una sección de nutrición para runners. ¡Anímate!
Foto de portada: freestockphotos.biz – CDC Amanda Mills
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