Érase una vez un hombre que no sabía mucho de biología ni de naturaleza humana, que nunca había recibido información (ni formación) sobre cómo se traen los niños al mundo. Ante el desconocimiento de las razones por las que la mujer engendra en su interior la vida y el hombre no, un día se fijó en una embarazada y le preguntó que por qué tenía esa desproporcionada barriga.
Soy de esas que se quedan a medias
Soy de esas que se quedan a medias, soy de esas que creen en el teorema de las dos mitades. De esas que imaginan situaciones mientras caminan o tratan de averiguar la edad de los desconocidos en el Metro. Soy de esas que aún creen en las segundas opiniones, en la infinidad de puntos de vista que forman las líneas que debemos trazar para continuar. Soy de esas que no se abstienen al debate protagonizado por las sentencias contrarias. Soy de esas que aún creen en buscar el mínimo común múltiplo del problema para tener la solución.