¿Problemas para dormir? Estas son las mejores posturas para conciliar el sueño

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Dormir bien es un privilegio sobre el que planean montones de amenazas. Cenas excesivas, desvelarse por irse a la cama demasiado tarde, darle mil vueltas a la cabeza, rufianes despreciables que pasan por la calle soltando berridos… Pero, en la mayoría de ocasiones, lo que no nos deja dormir bien es la postura que adoptamos en la cama. ¿Hay una posición idónea para conciliar el sueño? Tras una ardua investigación, podemos concluir que sí. O que no. Bueno, depende.

Sleep woman

(Imagen: Wikimedia Commons)

“Me he despertado más cansado que cuando me acosté”. “Madre mía, cuando me he levantado la espalda me ha crujido como un manojo de espaguetis”. “No me hagas mirar para arriba, que me duelen las cervicales desde esta mañana”. Grandes clásicos que todos hemos padecido más veces de las que serían deseables y que, por lo general, derivan de la posición de nuestro cuerpo en la cama. Ahora bien, si no puedes dormir por mala conciencia, te aguantas. ¡Algo habrás hecho!

Ante todo conviene aclarar que no existe una postura perfecta. Los estudios sobre el tema son muy numerosos, y en lo único en que coinciden es en que no hay nada absoluto en cuestiones de sueño. Es importante saber que todas las posiciones tienen inconvenientes, y existen condicionantes tales como posibles problemas respiratorios y de espalda, por lo que la postura que adopta tu vecina no tiene por qué funcionarte a ti. Así que vas a tener que emplear alguna noche de más hasta encontrar la posición ideal. Y si te mueves mucho en la cama, ponte un pijama de franela y forra con velcro el colchón. No es lo más cómodo del mundo, pero quieto vas a estar. No se puede tener todo.

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(Imagen: Wikimedia Commons)

Dormir de lado

Es, sin lugar a dudas, la posición más extendida. Más del cuarenta por ciento de la población mundial duerme sobre un costado, y no es casualidad. Es una colocación que deriva directamente de la posición fetal, la postura original de todo ser humano. Del mismo modo, numerosos expertos coinciden en que dormir de lado es lo mejor para inducir la relajación que nos conducirá al sueño. Al dormir de lado se evitan los reflujos estomacales, se minimizan los dolores lumbares, se respira con más facilidad, se suavizan los posibles ronquidos y se mejora la circulación.

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(Imagen: Wikimedia Commons)

Y aquí llega la gran pregunta: ¿del lado izquierdo o del derecho? Pues mire usted, tenemos de todo. Dormir sobre el costado izquierdo facilita el funcionamiento del sistema linfático, porque su parte predominante es la izquierda, y favorece la digestión, ya que el estómago y el páncreas se orientan hacia ese lado. Además, está especialmente recomendado para mujeres embarazadas, pues el cuerpo sufre menos presión y se deja más libre la vena cava inferior, principal encargada de aportar oxígeno al feto. Sin embargo, hay estudios que demuestran que recostarse sobre el lado derecho genera más satisfacción, y se sufren muchas menos pesadillas. O sea, que sobre el lado izquierdo la sangre me circula mejor, pero sólo para que me la saque a cuchilladas el asesino que me persigue en sueños. Maravilloso, oiga.

Hay más, y esta vez es malo. Al dormir de lado (sea cual sea) forzamos la posición de la columna vertebral, puede provocar dolor de hombros y de cadera, agrava la caída de los senos y, dado que la cara se apoya sobre la almohada, aumenta la aparición de arrugas faciales. Además, si no dormimos con el cuerpo más o menos estirado y las manos delante de la cara, corremos el riesgo de interrumpir la circulación hacia las extremidades (sobre todo los brazos) y que se duerman. Si nunca os habéis despertado teniendo que arrastrar el enorme peso muerto de un brazo dormido, os estáis perdiendo uno de los mayores placeres de la vida.

Sleeping black dog

(Imagen: Wikimedia Commons)

Dormir boca arriba

O dormir como un tronco, tanto por la colocación del cuerpo como por la placidez del reposo. Los expertos que afirman que dormir boca arriba es mejor son igual de numerosos que los que aseguran que es más conveniente dormir de lado, y hay gente que lleva décadas durmiendo de pie porque esta gente no se pone de acuerdo. Dormir boca arriba y con los brazos estirados a lo largo del cuerpo es la posición más estable, y conduce a un sueño profundo. No suele provocar dolores de espalda, puesto que la columna vertebral no está sometida a ningún esfuerzo, pero es terrible para las personas que padezcan problemas lumbares previos. En estos casos, se recomienda colocar una almohada bajo las rodillas para reducir la tensión sobre la zona lumbar.

Jackie Martinez in BW sleeping with a book

(Imagen: Wikimedia Commons)

Por otra parte, dormir boca arriba es ideal para conservar la belleza. La piel transpira mejor, no se provocan arrugas de expresión, favorece la firmeza de los senos y previene la flacidez… pero en esta posición se generan unos ronquidos terroríficos. O sea, te levantarás bella y hermosa y turgente pero a saber cuánto te dura, porque tu sufrido acompañante tendrá ganas de arrancarte la piel a tiras después de toda una noche sin pegar ojo.

Dormir boca abajo

Si eres de los que duermen con el estómago contra el colchón, deberías acostumbrarte a una de las dos anteriores posturas, porque sobre ésta el acuerdo es unánime: es la peor posición para dormir. No es que no se pueda dormir bien boca abajo. De hecho, es frecuente recurrir a esta posición cuando nos sentimos inquietos y damos vueltas en la cama, puesto que el contacto frontal con el colchón tiene un efecto reconfortante. Sin embargo, de esta guisa es más probable que se produzcan dolores dorsales y lumbares, por la excesiva compresión a la que se someten las articulaciones y la colocación forzada de la columna. Por ello, es muy fácil despertarse con el cuerpo entumecido y sensación de cansancio. Si duermes con la cabeza sobre la almohada en una posición de noventa grados respecto al cuerpo, puede derivar en dolores cervicales la mañana siguiente, y si la cabeza no está girada respecto al cuerpo, la moverás en cinco segundos porque te estarás asfixiando.

Pero también tiene algún punto positivo. Los ronquidos se reducen de manera notable, y está comprobado que quienes duermen boca abajo tienen más sueños eróticos, muy probablemente por el contacto directo de los genitales sobre el colchón. Fíjate tú qué cosas.

dormir contra la almohada

(Imagen: Taringa.net)

Ahora te toca a ti determinar qué posición es la más indicada para tener un sueño largo, profundo y reparador. Pero antes de terminar, te vamos a dar un par de consejos:

– Según los expertos Harold Sigall y Mark Johnson, autores del estudio “La relación entre el contacto facial con la almohada y el humor”, apoyar el rostro sobre la almohada puede agriarnos el carácter para el resto del día. La hipótesis de la retroalimentación facial sugiere que los movimientos de la cara tienen un efecto directo sobre nuestro ánimo. Es decir, poner un gesto alegre nos inducirá una sensación optimista, y un gesto triste puede ponernos realmente disgustados. Por ello, puede que dormir con la cara apretujada no sea una gran idea.

Una ducha caliente por la noche actúa como vasodilatador, mejora la circulación y contribuye a un mejor descanso.

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(Imagen: Wikimedia Commons)

Las cenas deben ser ligeras, porque los atracones conllevan digestiones pesadas y trabajosas capaces de dejarnos sin dormir durante horas.

Evita pulsar el tentador botón de “Posponer alarma”. Sé que esto es duro, pero si te tienes que levantar a una hora, hazlo. Retrasar unos minutos lo inevitable puede provocar que te arrastres durante horas con cansancio y somnolencia, porque está comprobado que esas pequeñas prolongaciones interrumpen ciclos de sueño.

Por último, una pregunta: ¿has llegado hasta aquí sin dormirte? ¿Sí? ¡Gracias!

 

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