Así es como Rihanna usa la moda como mensaje

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¿Por que Rihanna es una de las mayores leyendas en la industria de la moda y por que es capaz de usar sus looks como algo más que referencia para las tendencias?

Rihanna no es solo una de las artistas más reconocidas del planeta y un talento empresarial que no pasa inadvertido ,llevándola a ser la cantante más rica de la historia según Forbes. Rihanna ha implantado un significado y una connotación a su propio nombre.

Más allá de la música,la actuación, su faceta de diseñadora o su incursión en la industria del maquillaje con su reconocida Fenty Beauty, la estrella considerada como una de las mujeres más poderosas de la industria ha hecho de sí misma su mayor marca.

En honor a su reciente cumpleaños y su comentada actuación en el medio tiempo de la Superbowl, repasamos como la moda ha supuesto la entonación de lo que implica decir Rihanna y por qué rehuye de relegarse a ser simplemente un referente de estilo para romper los tableros existentes y jugar a su propio juego.

Las lecciones de Rihanna

Es prácticamente imposible hacer una selección de entre todos los looks más característicos de la cantante de Barbados, especialmente tratando de resaltar que sus outfits suponen algo más que ser una de las mayores autoridades a la hora de determinar tendencias.

Pero el impacto de la moda en los videoclips y conceptos artísticos de Rihanna ha conllevado en que todo el mundo sea capaz de reconocer en qué punto de su carrera se encontraba y que es lo que quería expresar. Así como una referencia que todo el mundo quiere recrear, emulando el mensaje que se da con el look.

Primeros años (2005-2007)

Sus primeros videoclips iban en sincronía con aquello con lo que era Rihanna en sus comienzos en 2005, minimalismo e inexperiencia. Recogiendo algunas de las prendas más destacadas de la década de los 2000: crop tops, vaqueros de tiro ancho, bermudas combinadas con botas de tacón ….

Su primera declaración como una de las grandes figuras de la moda llegó con su disco Good girl gone bad (2007) donde el cuero y los vestidos ceñidos tuvieron un papel clave en exteriorizar el concepto del LP de abandonar la niñez y la inocencia. 

Por primera vez, usaba las expresiones artísticas para romper con aquello que era en vez de representarlo. Destacando el icónico corte de pelo liso negro a la altura de los hombros y estilizado de forma más larga por el lado izquierdo o el body con detalles blancos, guantes y medias que lució en el videoclip de su canción Umbrella. 

Este último es parte esencial en uno de los momentos más virales que han visto las redes sociales, el actor Tom Holland recreando el videoclip en un programa de Comedy Central.

Oscuridad, vulnerabilidad, sexualidad y fuerza (2009-2012)

Sin embargo, la reafirmación de Rihanna como leyenda que abarca más allá de las tendencias fue cuando edificó el pilar en el que sustentaría todo su imaginario: transmitir un mensaje a la par que construir su propio mundo creativo y personal.

Esto se produjo entre 2009 y 2010 cuando, tras ser expuesta públicamente la agresión que sufrió por parte del cantante Chris Brown, su pareja en aquel momento, optó por manifestar con su arte que no quería relegarse al papel de víctima. Abrazando la oscuridad y vulnerabilidad en el photoshoot de Rated R.

“I never play the victim, I’d rather be a stalker” cantaba en su canción Rockstar 101. Y lo reafirmó con tiras que simulan cuerdas de espinas,transparencias, animal print,eyeliner,cadenas y grandes estructuras en faldas o corsés negros. 

El contraste entre la desnudez y la fuerza que potenciaba una estética barroca y rebelde otorgaron la capacidad a la artista de redefinir su propia realidad a la vez que expresar cómo se sentía de forma artística con su forma de vestir.

Y con su disco Loud, no solo probó que expresamos lo que somos con nuestros looks y el poder que se haya en saber usarlo, sino que continuó el mensaje del anterior disco optando por colores pastel, su característico pelo rojo, conjuntos desenfadados y estampados para gritarle al mundo que es posible controlar tu sexualidad y vivir tu feminidad al mismo tiempo.

Rihanna usó su estética para manifestar el rumbo de su carrera y su vida hacia la introspección y la felicidad después de un acontecimiento traumático. Y enseñándonos que nosotros también podemos.

Esta versatilidad se potenció en sus eras Talk that Talk (2011) y Unapologetic (2012) al usar elementos de la estética pin up (chaquetas vaqueras, lazos o petos) y urbana (camisetas deportivas,gorras,chaquetas militares) respectivamente para solidificar su imagen en base al concepto de que la libertad es lo que transmite confianza y poder, conceptos con los que se la relaciona habitualmente.

Consagración (2013-2019)

La artista no solo seguía generando miles de tweets y noticias por cada movimiento, también profundizó su visión del mundo en cada detalle aunque no nos diésemos cuenta.

En 2014 se consagró como una de las leyendas de su generación al recibir el prestigioso CFDA fashion award a Style Icon. Llegó a la ceremonia con un vestido transparente de cristales Swarovski. Reiterando que el cuerpo es un arte en cualquiera de las formas y que mostrarlo y disfrutarlo no es vulgar.

Pero es Rihanna ,y aún contando con cientos de premios y millones de discos vendidos, no necesita esa validación. Esa es su lucha, demostrar que ser uno mismo es suficiente y aún más si te diviertes haciéndolo.

Durante ese mismo año, combinó trajes oversize con vestidos de transparencias e incluso se tiñó de rosa. En 2015 aunó la estética glam con la ropa deportiva, apostando por la comodidad.  

Aunque el juego de Rihanna estaba más que consolidado, llegó a una nueva liga con sus apariciones en la Met Gala a partir de este año. Pese a que había atendido previamente el evento que inaugura la exposición de moda anual del museo MET y muy bien vestida, fue aquí cuando su experiencia empezó a resonar por encima de los gustos efímeros en la industria.

Con un vestido de Guo pei, la única invitada en vestir a una diseñadora china en una gala orientada a honrar la cultura oriental, rompió Internet al aplicar su conocimientos sobre la alta costura y su propia versatilidad de adaptación.

Tras la catarsis de liberación, influencias culturales de su propio país y referencias a Frida Kahlo que supuso su último disco hasta la fecha Anti (2016), Rihanna nos regaló algunas de las creaciones más interesantes en las pasarelas de moda o algunas que no fueron muy bien acogidas. Creando así la popular frase: “es feo hasta que Rihanna decide que no”.

En 2017 jugó con la androginia que salpicó los inicios de su carrera, siguiendo el dress-code de la Met Gala de ese año, con un vestido de detalles florales. 

En la ceremonia de 2018, acompañó a Jean Paul Gaultier en el que simulaba al Papa con un vestido corto, chaqueta y mitra con detalles religiosos bordados. Coronándose popularmente como la reina del MET y llevando la moda a cualquier aspecto ,puesto que está en cada ámbito y posee un significado, incluido el religioso.

No es de extrañar que sea uno de los looks preferidos por la editora de Vogue, Anna Wintour

Actualidad

La creación de su propia marca de lencería, maquillaje e incluso de moda ha llevado a Rihanna a un papel activo a la hora de dictar lo que se expresa con la ropa, aunque ya lo experimentó brevemente al colaborar en el diseño de prendas con Puma. En dichos proyectos se incluyen algunos de los valores identitarios de lo que representa la cantante: inclusión e implementar la moda urbana y afroamericana como reivindicación en espacios socialmente destinados a personas blancas acaudaladas.

La reivindicación más reciente de la artista consiste en transmitir con outfits ,tanto más sensuales como urbanos, que una mujer no tiene por qué condicionar o adaptar sus looks al embarazo como si se tratase de un delimitador al poder disfrutar y expresarse con la moda, y a su vez manteniendo la comodidad.

Mensaje que ha influenciado los outfits mostrados por mujeres embarazadas en red carpets posteriores. Y qué inclusive se volvió a evidenciar en su halftime de la Superbowl con un body diseñado a medidas por Loewe que reafirma su pecho con un busto y juega con detalles de la cultura hip hop.

En resumen, Rihanna ha logrado traspasar las fronteras de lo que se entiende como un icono de la moda al no conformarse con atarse a las tendencias y lograr usar la moda como lo que es, una expresión de lo que somos y queremos ser. Parece que, tal como ella misma afirmaba, el reinado de Rihanna no se va a acabar, y agradecemos que así sea.

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