La marca de ropa deportiva también puede ser sostenible

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Las marcas de ropa sostenible visualizan como línea de fondo reducir su impacto ambiental y fomentar un trato justo a sus empleados, siendo comercialmente transparentes en la utilización de materias primas obtenidas de cultivos sostenibles o de materiales reciclados, informando sobre la cantidad de agua y energía necesaria para la elaboración del producto y proporcionando salarios justos y condiciones de trabajo más seguras que las marcas de ropa convencionales sin la cada vez más demandada etiqueta de sostenible.

¿De dónde vienen las prendas y qué impacto medioambiental tiene su producción? Esa es la pregunta que cada vez más consumidores se hacen antes de hacer clic en el icono del carrito. Todos amamos el mar, ese cachito de arena en el que pasamos los interminables veranos impregnados de agua, sal… y plástico. Prácticamente ningún lugar del planeta escapa a la presencia de los microplásticos, desde las altas montañas del Everest hasta en las profundidades de la Fosa de las Marianas, estas diminutas piezas de 5 milímetros de largo provienen de la pesca, los envases, neumáticos, cosméticos y hasta textiles. Nuestra ropa desprende fragmentos de microfibras de poliéster y acrílico que suponen “el 35% de la contaminación por microplásticos en los océanos” y alrededor de “2,2 millones de toneladas de microfibras que se vierten a los mares cada año”. Y todo ese vertido dependerá de la fabricación del producto, la tela y hasta de tu lavadora, porque a través de ahí llegan las fibras sintéticas a las aguas residuales que terminarán desembocando en la idílica costa en la que pasas esos veranos de sol y agua.

Partículas de microplásticos. Fuente: nationalgeographic.es.

Pero ¿las certificaciones de moda sostenible garantizan la sostenibilidad? Los estándares de moda sostenible aunque dejan bastante que desear, son el pistoletazo de salida hacia la protección del medioambiente. Para reducir tu huella medioambiental, apuesta por prendas fabricadas con fibras naturales de bajo impacto como el cáñamo, el bambú o la ortiga y otras fibras naturales como la lana, la seda o el lino.

LA Relaxed

En LA Relaxed utilizan este tipo de telas para crear prendas de mucha calidad, duraderas y confortables. Fabrican sus prendas en pequeños lotes para evitar la temida sobreproducción y con el sello cruelty free. “Creemos en lo suficiente, no en lo excesivo”, llevando todo el proceso de fabricación bajo un mismo techo en Los Ángeles: diseño, corte, inspección de calidad y embalaje.

Groceries Apparel

Esta empresa afincada en el Distrito de las Artes, también en Los Ángeles, utiliza tejidos 100% reciclados y orgánicos, ¿el rey de los textiles? el cáñamo. Y su renombre proviene de su estudio de tintes vegetales provenientes de la industria alimentaria. Utilizan cáscaras de granada recicladas, café molido usado o huesos y pieles de aguacate procedentes de tiendas de comestibles o restaurantes locales.

Organic Basics

Impulsada con energía renovable Organic Basics produce sus diseños madre in Europe con algodón orgánico, nailon reciclado y Tencel Lyoncell, una fibra conocida por su suavidad y calidad hecha con pulpa de árbol. Su compromiso Body Friendly Manifiesto amplía el rango de tallas, fotos libres de Photoshop y modelaje no profesional inclusivo, que inmortalice los cuerpos reales de la gente de la calle.

Todas estas apuestas no serán la solución definitiva a una industria insostenible por naturaleza, pero sí un gran paso para quitarle peso a las grandes marcas de ropa fast fashion que tanto hieren a nuestro planeta y, en definitiva, a nosotros mismos.

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