Roma, la ciudad eterna, cuna de la civilización clásica que con su historia da vida al resto de ciudades europeas. Angostas calles de altos edificios te envolverán y no te dejarán salir de ellas hasta que no hayas visitado cada espacio que guarda la ciudad. Lo antiguo y lo moderno, conviven en perfecta armonía. Siempre estará dispuesta a escucharte, entenderte y acogerte.
Fontana de Trevi
No vayas a buscarla, la Fontana te debe encontrar a ti. Recorre las calles y al final de ellas, resguardada por altos edificios, te estará esperando para captar tu atención y olvidarte de todo lo que te rodea. Para disfrutarla al máximo, no vayas durante el día, espera a la noche, cuando la ciudad duerme. Cuando llegues a ella, baja los cuatro o cinco primeros escalones, busca un sitio y siéntate. A partir de aquí, deja que ella te muestre presumida su belleza. No va a ser tu última visita a Roma después de esto, no hace falta tirar ninguna moneda.
Villa Borghese
Roma hecha parque. Naturaleza y cultura romana se juntan para formar un idílico jardín. La ciudad no te puede dejar sin un reducto de tranquilidad y paz. Numerosas zonas verdes, lagos y monumentos que quitarán el aliento, sostienen el parque como zona de desconexión. Ideal para una tarde después de una mañana visitando la ciudad, echarte sobre el césped y dejar que el tiempo pase sin ninguna preocupación. También, podrás visitar las obras de Caravaggio y Rafael en el museo al este del parque. Coger una barca y navegar por un lago rodeado de árboles no dejándote ver más que verde y azul.
Piazza Navona
El centro de Roma. La plaza que nunca olvidaremos y se quedará siempre en nuestro recuerdo. Luminosa y amplia, rodeada de cafeterías y bares. Artistas y músicos callejeros completarán la experiencia de la visita. Te tendrás que parar muchas veces a escuchar y observar todo el arte que guarda la plaza. Un obelisco de origen egipcio marcará el punto central de la plaza. La Fontana dei quattro fiumi representa los cuatro grandes ríos del mundo. Diseñada por Bernini, las esculturas que la albergan, se están tapando los ojos, como muestra del error que les produce la Iglesía de Santa Inés en Agonía en la misma plaza. No te dejes influir por ellas y no te tapes los ojos ante la Iglesia de Borromini.
Vittoriano
Muy controvertido para los italianos y sus visitantes. Monumento construido para celebrar la unificación de Italia bajo el mandato de Vittorio Emanuele II. Conocida como “La Tarta de Boda” o “La Máquina de Escribir”. No te dejes llevar por los comentarios y los motes, admira su colosidad y su brillante color blanco que da brillo a la Piazza Venezia. Contempla la sensación imperialista de la construcción. Camina por Via del Corso mientras ves en la lejanía el monumento dando un increíble final a la calle. Aprovecha y sube en el ascensor para poder disfrutar de las vistas de Roma.
Plaza de San Pedro – Otro punto de vista
Otra de las maravillosas obras de Bernini. Es, junto al Coliseo, el lugar mas visitado en toda Italia. A veces la afluencia de turistas es tal, que puede resultar incómodo estar en un sitio tan espléndido como este. Por ello, al igual que la Fontana de Trevi, debemos visitarlo de noche. Después de una cena por Trastevere, recorriendo el Tíber y las calles de Roma, llegamos a la plaza tranquila y descansando del ajetreo del día. Aquí es dónde verdaderamente podemos disfrutar de su belleza y su historia. Solamente nos acompañará el sonido del agua de las dos fuentes cayendo por el mármol.
Aún aprendiendo muchas cosas. Con la música se llega a todas partes.