El diseñador catalán presenta su segunda colaboración con la compañía óptica
Juan Avellaneda, al que podríamos catalogar como el Saint Laurent español, es uno de los diseñadores más elegantes, creativos y exitosos de nuestro país. Sus diseños estampados no dejan indiferente a nadie y cualquiera desearía tener uno de sus maravillosos esmóquines. Si hay algo característico de Juan, esas son sus maxi gafas cuadradas que ahora tú también puedes tener gracias a la colección que ha lanzado con Mó.
Ser míope nunca fue tan fabuloso. La colección de Juan Avellaneda x Mó cuenta con cuatro modelos de gafas graduadas: Cadaqués, Mahón, Ischia y Porto Cervo junto a su versión en sol y el modelo Antiparos. La colección está inspirada en la Costa Brava, uno de los destinos habituales del diseñador barcelonés.
La montura de los modelos Cadaqués, Mahón y Porto Cervo está fabricada en pasta, mientras que Ischia es el único modelo metálico aunque comparte con Cadaqués el estilo aviador.
Con el diseño Porto Cervo transparente hace una retrospectiva a su niñez recordando a sus padres y abuelos que solían llevar este tipo de gafa acristalada, un must de la época.
Todas las gafas tienen detalles en bambú, algo muy significativo para el diseñador que como comentó en su cuenta de TikTok y según el Feng Shui, es un símbolo de buena suerte, prosperidad y riqueza. De hecho, es un imprescindible en los accesorios de su firma que asegura no quitarse nunca.
El diseñador considera que introducir el bambú en todas las piezas de la colección a modo amuleto, es hacer llegar a la gente que lleve sus gafas buena energía casi sin saberlo.
Otro de los puntos a destacar de esta línea son los cristales, que a pesar de haber utilizado los opacos comunes, Avellaneda también ha optado por amarillos y naranjas degradados porque cree en la magia y en el poder de la mirada.
El aire setentero, mediterráneo y libre de esta colaboración es todo lo que necesitamos para un verano como el de 2022, donde, por fin, hemos vuelto a la completa normalidad y podemos hacer lo que tanto necesitábamos, saborear ese aroma a libertad.
Periodista. Ambientada en el Nueva York de los 70 y la España de los 80. Viviendo ‘el sueño de mi vida’ a lo Jenna Rink.