Este verano los precios de los billetes de avión están más bajos que nunca. Que mejor oportunidad para aprovecharlos con un viaje a la ciudad más elegante de Europa. En Agosto, la temporada más alta para realizar un viaje, podemos encontrar vuelos por 20 euros e incluso si contratamos el viaje de vuelta con la misma compañía, lo podemos encontrar por 10 euros. Austria lleva desde el 14 de abril con las restricciones levantadas y es un claro ejemplo de organización durante la pandemia. Tienen unas medidas estrictas que proporcionan seguridad a todos los turistas y no impedirán el desarrollo de ninguna actividad.
¿Qué visitar en Viena?
Cuando visitamos Viena no podemos evitar pensar en la ciudad centro-europea, de edificios bajos, palacios majestuosos, calles de piedra y con mucho encanto y plazas enormes que evocan un cierto imperialismo. A orillas del Danubio y a los pies de los Alpes podremos visitar los palacios más bonitos de Europa.
Palacio de Schönbrunn
Fue la residencia de verano de la familia imperial, construida para ellos en el siglo XVII. Nada más llegar ya quedarás impactado con la magnitud de la construcción. No solo por el palacio, también por los enormes jardines que le rodean. Dentro del palacio podrás realizar una visita con una audio-guía en español. En sus jardines se encuentra el museo de carruajes, muy interesante para todos aquellos que tengan atracción por los coches. Aquí también se encuentra el primer parque zoológico del mundo.
Biblioteca nacional de Austria
Mientras caminas por el centro de Viena es inevitable encontrarte con este imponente edificio, situado en una plaza colosal y formidable. Se encuentra en el Palacio de Hofburg y es la biblioteca barroca más grande del mundo. No solo podemos encontrar libros, más de 8 millones en total, también contemplar sus frescos, cuadros y esculturas de mármol. En ella también se almacena una colección de globos terráqueos.
Wiener Prater
Después de una mañana larga caminando y visitando Viena, es un magnífico plan ir al parque de atracciones más antiguo del mundo y estar toda la tarde disfrutando y pasando un buen rato. Si queremos una vista de la ciudad desde las alturas, tenemos la noria gigante, construida en 1897, ahora considerada uno de los símbolos de la ciudad. Dispone de multitud de atracciones. La entrada es totalmente gratuita, pero para poder montarnos en ellas, debemos abonar 5 euros por uso. Por los alrededores del parque podemos asistir al espectáculo de los ventrílocuos y a los videntes que te harán una predicción sobre tu futuro.
Palacio Belvedere
Conocido como El Versalles de Viena, estña formando por dos palacios unidos y un jardín francés. Al igual que El Escorial, servía como residencia de Verano del Príncipe Eugenio de Saboya, donde organizaba fiestas y banquetes. Si lo visitas en la actualidad puedes acceder a colecciones de obras austriacas, como el El Beso, de Gustav Klimt. Dentro del jardín, encontramos fuentes que nos dejarán con la boca abierta, y maravillosas esculturas.
Stadtpark
En pleno centro de la ciudad de Viena, es uno de los parques más antiguos de la ciudad. Se encuentra abierto desde 1862. Podrás desconectar de la ciudad y seguir tu visita cuando quieras, ya que está perfectamente situado. En él está la estatua dorada de Johann Strauss. Si te entra el apetito o tienes ganar de tomarte algo frío, hay restaurantes y bares con unas vistas al parque sorprendentes, que te transmitirán calma y tranquilidad.
Aún aprendiendo muchas cosas. Con la música se llega a todas partes.