¿Cuáles son los embutidos menos calóricos para nuestra dieta?

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Los embutidos forman parte de nuestra cultura gastronómica. Eran una de las mejores formas de conservar los alimentos. Cuando no teníamos neveras ni conservantes como los que existen ahora, el procesado de las carnes mediante la adicción de sal, especias o calor era la única forma de poder consumirlas de forma segura durante todo el año. ¿Pero qué pasa nivel nutricional? Si pensamos en las calorías del jamón, posiblemente pensemos que se trata de un producto altamente calórico, pero no siempre es así.

El origen de la palabra embutido viene de embutir las tripas con la carne picada y las especias para después secarla. Un proceso que ha dado lugar productos de una calidad y sabor extraordinarios, sin embargo, algunos de ellos son altamente calóricos. Esto no significa que estén prohibidos, sino que hemos de incluirlos en la parte alta de la pirámide nutricional y consumirlos de forma ocasional.

Sin embargo, no todos los embutidos tienen un alto contenido en calorías y grasas. Las nuevas formas de elaboración han permitido producir embutidos bajos en calorías ideales para acompañar comidas de forma diaria como el almuerzo o la merienda. Aquí van seis embutidos que con bajo contenido calórico para que elabores una dieta rica y saludable. Ya sabes que el secreto está en la variedad y calidad de productos que consumes con especial atención a las verduras, frutas y legumbres.

Pechuga de pavo

Entre los embutidos con menos aporte calórico encontramos la pechuga de pavo, ya que contiene sólo 2,6 % de materia grasa. Eso sí, es conveniente que compres un producto de calidad, no es lo mismo la pechuga de pavo que el fiambre que puede llegar hasta un 10% de materia grasa. El pavo lo podemos encontrar en otras variantes, todas ellas bajas en calorías, como las salchichas de pavo para quienes lo prefieren como un plato caliente.

Pechuga de pollo

Como el fiambre de pechuga de pavo, el elaborado a partir de pollo. Es un embutido con muy pocas calorías y bajo en sal y grasas, incluso por debajo de un 2%.

Jamón cocido

El jamón cocido, también conocido como York o dulce, está elaborado a partir de la carne de la pierna del cerdo que se hierve y se le añade sal para. El proceso de embutido, por tanto, es posterior. En la elaboración se separan los ligamentos, la grasa y los tendones del animal, con lo cual se obtiene un producto magro de gran calidad. El jamón cocido suele tener cerca de 140 calorías por cada 100 gramos de producto. Las calorías son menores a la carne de cerdo porque en el jamón cocido existe una proporción mayor de agua.

Estamos hablando un embutido de calidad, por eso es fundamental que te fijes en la pureza de composición, ya que hay jamones cocidos en los que se añaden otras partes del cerdo o con féculas y grasas.

El chóped

Uno de los embutidos más baratos y con menos calorías por el gran contenido de agua en su peso total: un 56%. El chóped se puede hacer con varios tipos de carne, pero lo normal es que esté elaborado a base de cerdo. En 100 gramos de este producto están presentes unas 180 calorías. Además, nos aportará nutrientes de gran valor como fósforo, hierro y zinc. La cantidad de proteína, sin embargo, se ve reducida en comparación a las carnes de cerdo sin tratar.

Lacón

Es muy parecido al jamón cocido, aunque con notables diferencias. Se trata de la paletilla del cerdo, curada como ocurre con el jamón, pero durante menos tiempo. Pues bien, el lacón tiene solo un 10,8 % de materia grasa. Además, como con el jamón, hay diferentes calidades: el normal y el tradicional. Este último proviene de cerdos que han sido alimentados parcialmente con cereales, tubérculos, castañas y bellotas, es decir, la calidad de la grasa es mejor.

El lomo embuchado

El lomo se elabora con carne de cerdo, sal y especias. Esta carne es embutida en las tripas del cerdo y curada durante unos 80 días de secado. En 100 gramos de este producto existen 200 calorías, lo que lo convierte en uno de los embutidos menos calóricos.

La curación del lomo hace que pierda una gran cantidad de agua con respecto a la carne de cerdo inicial con la que se elaboró y, por tanto, sus nutrientes se concentran. Se trata de un buena fuente de proteínas.

A esta lista podemos añadir a otras formas de fiambres como el jamón curado en todas sus variantes, algunas de excelente calidad, o la cecina. La clave es conocer bien las propiedades de los alimentos que consumimos para combinarlos de una forma saludable teniendo en cuenta los que son de consumo diario y los que debemos reservar a momentos ocasionales. Si a esto le unimos una buena actividad diaria, estaremos cuidando nuestro cuerpo y no sentiremos muchos mejor.

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