Uno de los últimos éxitos que ha presentado la plataforma de Netflix a sus espectadores ha sido el drama histórico “Los Bridgerton”. Ambientado en el Londres del siglo XIX, concretamente en el periodo de la Regencia británica, narra, en resumidas cuentas, la historia de la familia más importante de la esfera social de Londres, donde la hija mayor, Dafne, entra en el mundo de las debutantes en busca de afianzar su situación matrimonial.
Este drama de época está basado en las novelas escritas por Julia Quinn, ha sido producida por Shonda Rhimes- creadora de Anatomía de Grey- y dirigida por Chris Van Dusen. La primera temporada, situada temporalmente en el periodo de transición entre las épocas georgiana y victoriana, cuenta con ocho capítulos repletos de emoción, soberbia y extravagancia que nos dejan ansiosos por una continuación.
Como en cualquier pieza audiovisual, cada detalle es cuidado al milímetro y todos los elementos que aparecen en pantalla desempeñan un papel fundamental y tienen una finalidad determinada, es decir, todo tiene un por qué. En el caso del vestuario, se convierte en un personaje más de la serie, y pretende dejar entrever la personalidad y el estatus social de cada persona. Con la gama de colores y las texturas de las telas se consigue diferenciar a las diferentes familias de la alta sociedad. De esta manera podemos distinguir con facilidad a la familia Bridgerton, que luce prendas elegantes, refinadas y sublimes, con unos colores suaves, en tonos plateados, azules pálidos y verdes; de la familia vecina, los Featherington, que prefieren optar por colores más cítricos, elementos como plumas y volantes y estampados más rimbombantes.
Trabajo duro y mucho talento
El equipo de vestuario, formado por 238 personas, se dedicó a confeccionar, durante algo más de cinco meses, un total de 7.500 piezas, entre las que se encuentran corsés (para los que se contaba con la ayuda de un fabricante especializado), chalés, sombreros, vestidos o abrigos. Todas las prendas se diseñaron y realizaron desde cero y a mano, desde su propio departamento de sastrería, de bordadores y de adornos. Delante de la cámara llegaron a salir unos 5.000 trajes, de los que 104 fueron diseñados exclusivamente para Phoebe Dynevor (Dafne Bridgerton), la protagonista.
Al mando de este equipo se encontraba la diseñadora neoyorkina, de 71 años, Ellen Mirojnick, ya conocida por sus anteriores trabajos en El Gran Showman (2017), Instinto Básico (1992) o Maléfica: Maestra del mal (2019). Para diseñar esta colección de prendas se inspiró en pinturas y dibujos de la época, teniendo en cuenta que había que cambiar las texturas y las paletas de colores. De modo que, pasó del siglo XIX a las décadas de los 50 y los 60. De la exposición Christian Dior: Designer of Dreams, ubicada en el museo Victoria & Albert de Londres, obtuvo varias ideas que le aportarían modernidad y espontaneidad a los looks de los protagonistas.
Experimentamos con la silueta imperio a base de superponer capas de otros tejidos y adornos. Trabajamos con organza, organdí o tul para añadir capas extra sobre los vestidos y darles una nueva sensación de movimiento y fluidez.
Afirma Ellen Mirojnick en una entrevista para Vogue
Plumas, volantes y, ¡acción!
Uno de los elementos que más ha destacado dentro de la colección de esta serie, ha sido el escote redondo, que se ha utilizado con el propósito de transmitir frescura, sensualidad y más cercanía que las típicas series de época a las que estamos acostumbrados.
Tanto o más que las propias prendas, los complementos como el maquillaje, los peinados y las joyas aportan mucha riqueza al resultado final, por lo que se contó con 161 técnicos de maquillaje y peluquería, mientras que para las joyas se utilizaron algunas piezas vintage, además de la colaboración Lorenzo Mancianti, un diseñador que, junto a un equipo de joyeros especializados, confeccionaron cientos de piezas para el rodaje.
Todos cometemos errores
Sin embargo, no todo son aclamaciones y comentarios positivos hacia la gran labor que se ha desempeñado, puesto que también han caído malas críticas hacia algunos detalles que se han pasado por alto y errores que se han cometido, ya que -como suele suceder en las adaptaciones-, no se ajustan fielmente a la realidad.
A pesar de que los tejidos han sido estudiados y seleccionados con cuidado, la paleta cromática debería acercarse más a los tonos oscuros y a blancos, como en las pinturas de Pompeya, y no a esas tonalidades tan vistosas y llamativas.
De modo que, si te gustan los romances, las excentricidades, el cotilleo y el lujo, ‘Los Bridgerton’ es tu serie. La trama, la fotografía y el vestuario son de lo más interesantes, y además, el rodaje de la segunda temporada empezará este verano y promete causar tanto revuelo como la primera.
Aquí os dejamos el tráiler oficial de la primera temporada para que vayáis entrando en el mundo de ‘Los Bridgerton’.
Escribir es la mejor manera de verbalizar y hacer entendibles los sentimientos que se pretenden evocar con el periodismo. Cine, música y moda, no puedo elegir. Murcia.