El mito romántico sobre España llega a TikTok

| |

Las coplas y pasodobles de nuestras abuelas no están tan lejos generacionalmente de Becky G o de las influencers. La música que convivió con la posguerra y el franquismo tuvo al frente a grandes divas folclóricas desde Concha Piquer a la Pantoja, mujeres que desde los años 20 se convierten en ídolas de la libertad sexual y comenzaron a lucir los primeros escotazos, a reivindicar el orgasmo femenino y hasta a cantar por el lesbianismo. Decía Martirio: “Se dice si va sola qué desgraciada es, se dice qué coqueta si como un hombre va, si ven a dos mujeres también se dice que el mundo está al revés”.

La música en aquellos años turbulentos era el modo de que una mujer dejase las cazuelas, la fregona y el hilar para convertirse en reinas cantaoras, una vía de ascenso social que pasaba por cantar en cabarés de barrio para llegar al esplendor de las luces y los focos en el centro de la ciudad. Ahora, las influencers no se ponen la peineta ni los volantes; agarran su smartphone y postean en Instagram o TikTok para llegar al esplendor de las luces y los focos en los photocall del centro de la ciudad. Muchas de ellas lo hacen al ritmo de Marisol con su Typical Spanish, un nuevo trend en el que lxs usuarixs cuentan su historia de amor.

Typical Spanish trend. Fuente: juanmorales__

Una canción recurrente que canta sobre el tópico romance entre la extranjera y el torero, un idilio internacional a demanda del régimen para promocionar el turismo. ¿Qué guiri no describe a una española como una mujer morena, de pelo negro carbón y labios rojos? Una imagen que se viene cincelando a conciencia desde la guerra de la Independencia Española contra el imparable ejército napoleónico.

El 3 de mayo en Madrid o “Los fusilamientos” de Goya. Fuente: Museo del Prado.

Antes de que Becky G cantase esa canción de ‘A mí me gustan más grandes, que no me quepa en la boca’ que tambaleó el panorama musical, Rocío Jurado ya le cantaba al pene en El Clavel: “El clavel se ha puesto tan encendido, que está quemando mi piel”. Más subliminalmente, claro, para esquivar la censura tardía de 1971.

Con el revuelo, las críticas y la demanda puritana para eliminar ese verso de la canción de la cantante, unx se cuestiona si 50 años de avance social no han bastado para hablar sobre el deseo femenino, hasta TVE le pidió a la artista que suavizara la letra de la discordia para una actuación en Operación Triunfo, acusando a la televisión pública de machismo. Por eso no estamos tan lejos de las folclóricas que tenían que camuflar obscenidades bajo el nombre de las flores, ni el reguetón del cuplé, ni el clasismo casposo está tan alejado del siglo XXI.

Previous

Verano soñado en la costa italiana con la nueva colección de Mango

Los mejores Tops rebajados de Calzedonia para llevar un super look este verano

Next