Toda la moda del Renaissance Tour de Beyoncé

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Tras lanzar el pasado 29 de julio su esperado séptimo álbum de estudio en solitario titulado Renaissance, Beyoncé anunció el 1 de febrero de este año que llevaría a los escenarios uno de los discos más aclamados tanto por la crítica profesional como por el público general con el tour del mismo nombre. Causando con ello el fervor de sus fanáticos en redes sociales ante lo que promete ser una de las giras más exitosas de la historia y que comenzó ayer dejando asombrados a los más de 60 000 asistentes en la Friends Arena de Estocolmo y al mundo entero, que no dejaron pasar la oportunidad de ver cómo era el show a través de los vídeos y fotos que se iban compartiendo.

La cantante ha hecho esperar a los fans por conocer cómo era el imaginario visual de uno de los discos más escuchados del pasado año en Spotify al anunciar los visuales de este sin establecer una fecha de lanzamiento y , a día de hoy, seguir sin lanzarlos. En ellos se podía apreciar una estética muy futurista con corsés metalizados, brillos corporales, maxi estructuras en capuchas y colas o grandes tocados de pelo a la vez que una parte más “country” con sombreros de vaquero, flecos y plumas, cohesionando ambos a través de los tonos plata,, los volúmenes de los looks, las transparencias y ,como no, el ya icónico caballo que aparece en la portada del disco y que ha sido un elemento clave en esta gira.

Toda una apuesta por trasladar el mensaje del álbum a su representación visual con el concepto de renacer, de ahí el equilibrio entre elementos más cercanos a su origen en Texas y los más innovadores y casi alienigenas, como afirma una de las canciones más destacadas del proyecto titulada Alien Superstar. Tampoco es sorpresa de nadie la extravagancia de los looks que ha presentado en photoshoots o en alfombras rojas para representar la temática del álbum al conocer la fuerte influencia de la cultura ballroom y queer , especialmente de los integrantes racializados, en los sonidos afrobeat, house y hip-hop o en los mensajes y expresiones de amor propio y supervivencia presentes en sus letras.

Con la llegada del Renaissance tour y renacer, como su propio nombre indica, que ha implicado para la carrera de la cantante, Beyoncé ha puesto en escena y potenciado cada uno de los componentes estéticos y temáticos del disco para demostrar porque es una de las artistas más completas de la historia.

Hoy repasamos los looks de esta gira para entender que hay detrás de ellos y qué papel juegan en el espectáculo:

La gira, de la cual Shiona Turini ha ejercido como estilista, comienza con toda una declaración de intenciones mediante un bodysuit de Alexander McQueen con bordado de cristal y cuentas de corneta de plata hecho a medida. El body, inspirado en la colección de otoño invierno 2023 de la marca, sirve como acompañante perfecto para introducir el argumento del tour en el que una Beyoncé más clásica se va adentrando en un mundo más tecnológico y estrafalario. Así lo avalan las canciones más centradas en el R&B contemporáneo interpretadas durante este set, como puedan ser Dangerously in Love o I Care, o que el bodysuit asemeje la silueta de un traje mediante las pronunciaciones en hombros y caderas.

El segundo acto se inicia con un increíble Mugler hecho a medida que se va desmontando para dejar ver un body plata con cut outs de Courrèges ,también hecho a medida, y referenciando , no solo, uno de los momentos más icónicos en la moda con el traje robot de Thierry Mugler en 1995 sino también una de las actuaciones de la segunda gira de Beyoncé. Llevando con ello un mensaje de transformación y cambio que prosigue en el segundo look con la incorporación de un espejo debajo del pecho que puede indicar que la artista está enfocada a una nueva dirección personal y profesional que la lleva a reflejar a parte de su público , perteneciente a la comunidad LGBTQ+ y la sensación de liberación que se les asocia y que canciones como I’m That Girl o Cozy celebran.

El siguiente look plasma precisamente esto con un David Koma y su conjunto iridiscente de abrigo, body, minifalda con caída en la pierna derecha y botas estilizado con unos pendientes plata. Una elección idóneo para un set más festivo y alegre en el que la cantante se empieza a mostrar más desenfadada y relajada. Lo siguen un body y pantalones repletos de brillantes junto al característico pecho cubierto de metal ,como si se tratase de una armadura, de Loewe precisamente para evidenciar un segmento más reivindicativo en el que , aún llevando prendas más relajas que puedan representar la festividad y liberación que como comentábamos anteriormente se asocia al colectivo, también se deja ver fortaleza, resiliencia y reivindicación por los derechos la comunidad LGBTQ+ ,de las mujeres (cómo se aprecia con el busto plateado del outfit) y de las personas racializadas entre estos cantando himnos como Black Parade, My Power o Run The World (Girls).

Uno de los momentos más icónicos llega con un abrigo Anrealage blanco de motivos geométricos con mangas de abertura extra grande y pronunciaciones en los hombros que gracias a dos brazos robóticos con luz ultravioleta se transforma llenándose de múltiples colores. Rápidamente se revela un conjunto Balmain formado por un body, sombrero y gafas cubiertos de perlas que recrean la forma de una concha en el pecho. Dos looks que van a juego con la historia que se cuenta en una parte del concierto en la que Beyoncé se desprende de pros escénicos como un tanque metalizado o grandes plataformas robóticas que había usado anteriormente para optar por una puesta en escena más minimalista orientada a reflejar una sección de su repertorio más alegre y sobre amor.

Algo similar pasa con el bodysuit, una de las prendas favoritas de la intérprete para sus tours con las que puede ofrecer coreografías increíbles, de Loewe que nuevamente está formado por joyería brillante pero que en este caso también simulan la presencia de guantes sobre este a la altura del pecho, de la pelvis ,la rodilla y el trasero con el estampado. Dicho modelo de guantes son enfundados por Beyoncé, pudiendo jugar con la percepción del público y representando una sección más enfocada a la sexualidad en la que canta en una gran concha y bolas de discoteca.

No es de extrañar para gran parte de los interesados en la cultura pop que a Beyonce se le conoce como Queen Bee, jugando con la variación de significado según la pronunciación entre reina B o reina abeja. Y es que la súper estrella considera a su fans su beehive o su colmena. Por eso la elección de este Mugler, hecho a medida por Casey Cadwallader rindiendo tributo a Thierry Mugler y su colección “Les insectes”, que consiste en un body con cut outs, picos en el escote y una pieza en la cabeza con antenas que, al igual que el resto de look, lleva los colores amarillo y negro es una match perfecto. Especialmente teniendo en cuenta que la actuación de America has a problem cuenta con una mesa que aparenta ser de telediario mientras en los backdrops se puede leer la frase “Quien controla los medios controla las mentes”. ¿Un guiño a la perspectiva que la prensa pueda tener sobre ella especialmente reforzado con la traducción del título de la canción?

El tour finaliza con la artista volando sobre el estadio con el emblemático caballo en un body de Coperni, como no hecho a medida, con guantes y maxi cola plateados que quizás se puedan entender como la transformación completada y una celebración final en la que ,tras su renacer, Beyoncé se asemeja en colores con el caballo del disco para salir por los aires de él a despedirse de sus fans tras un show que seguro que no habrá dejado indiferente a nadie.

¿Iras a ver a Queen B en concierto?

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