La tapioca brasileña: el panecillo fitness

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Seguramente conocéis la tapioca típica de Taiwán, las bolitas gelatinosas que ponen en las diferentes bebidas y tés, un drink muy sabroso que ha enamorado a los occidentales. Pero también hay otra tapioca que es muy querida por los intolerantes al gluten, veganos o para los que aman ir al gimnasio y buscan alimentos sabrosos para incluir en la dieta que busca la pérdida de peso. 

Tapioca. Fuente: trip advisor.

En España la conocemos como tapioca hidratada, es un plato que forma parte de la gastronomía brasileña y es muy amado en su país de origen. El panecillo es súper sencillo de hacer, primero debes encontrar la tapioca hidratada (como una harina blanca que no termina de ser del todo harina porque está hecho a base de yuca) y con la ayuda de una sartén, un colador y mantequilla o manteca de Ghe, tienes tu tapioca hecha en menos de 3 minutos. La puedes rellenar como desees: pollo, jamón, Nutella, plátano… el sabor depende de tu paladar. 

Es completamente gluten free, porque está hecha de yuca, en Brasil es conocida como mandioca, aipim o guacamota y es muy amada por aquellos a los que le encantan la vida fitness y que quieren perder peso porque casi no tienen calorías, la yuca da mucha energía además de quitar el deseo de comer más. Y lo mejor de todo, este pequeño vegetal ayuda mucho en la producción de colágeno para el pelo, la piel y las uñas.

Como preparar 

Necesitas un sartén bien caliente, la untas con mantequillas y un colador para pasar la harina de yuca para tamizarla. Después de formar una capa uniforme (no muy fina) le das la vuelta y ya estaría hecha. Lo que queda es rellenar como desees.

Cuándo debo prepararla 

La tapioca brasileña se puede comer a cualquier hora del día, en Brasil se suele comer en el desayuno o en la cena, pero no se considera un plato principal. Los sabores más amados en el país latino son los de carne-de-sol (un preparado de carne típico brasileño), pollo, jamón york y queso y las favoritas para los amantes del dulce son las de plátano con crema de avellanas o fresa con leche ‘ninho’.  

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