¡Aprende a cuidarte y luce espectacular todos los días!
No debería repetirles que tener una piel saludable, siempre brillante e hidratada es el primer paso para lucir realmente hermosa.
Sabemos que cada quien tiene un tipo de piel diferente y en base a ello existen cuidados más específicos, sin embargo, hay algunos trucos infalibles para hacer que la piel de cualquiera luzca hermosa y, en definitiva, envidiable.
¡Toma nota de estos tips y ponlos a prueba!
Lava tus instrumentos de maquillaje con regularidad
Cuando de cuidado facial se trata, debemos prestar especial atención a los cosméticos y utensilios que utilizamos para aplicarlos. De acuerdo a un estudio realizado en Reino Unido, el 72% de las mujeres no limpia estas herramientas correctamente. “Deberías lavar tus brochas de polvos sueltos cada dos o tres semanas, y los que usas para aplicar base una vez a la semana”, dice Jessica Wu, dermatóloga con base en Los Ángeles.
¿Sabes cómo hacer este proceso de limpieza fácilmente?
Mezcla un par de gotas de limpiador facial o shampoo en un poco de agua tibia en una taza, y lava tus brochas ahí. Luego enjuágalas y ponlas a secar al aire.
Deléitate con las nueces
Las nueces brasileñas son ricas en selenio, componente que incrementa la elasticidad de la piel y, de acuerdo a recientes estudios, su consumo regular puede disminuir las probabilidades de contraer cáncer de piel. Las nueces tradicionales también son muy efectivas pues poseen omega-3 y ácidos grasos que ayudan con las inflamaciones. Las macadamias también son mágicas ya que “están llenas de aceites buenos y ácidos grasos que ayudan a reparar la piel y al rejuvenecimiento”.
Agua, agua y más agua
El agua no solo es buena para el organismo en general, también es un excelente aliado para la piel. “El agua ayuda a eliminar las toxinas causantes de las inflamaciones y las manchas”, explica Eliaz a Women’s Health. “También ayuda a transportar nutrientes y oxígeno a las células de la piel, y previene la deshidratación, lo que puede causar el envejecimiento prematuro”.
Como ya muchos saben, los expertos recomiendan un promedio de ocho vasos de agua al día, o incluso más si estás realizando actividades físicas o en climas cálidos.
¿Te aburre el agua? Dale sabor con la ayuda de tu té favorito, frutas como el limón, la fresa o el pepino, o con plantas como la menta.
Evita las duchas calientes
Sí, lo sabemos, no hay nada mejor que una buena ducha tibia luego de un largo día de trabajo o de un entrenamiento intenso, y aunque tus músculos puedan agradecértelo, tu piel no tanto. El agua caliente sobre tu piel es capaz de barrer con sus aceites esenciales e incluso puede ocasionar quemaduras leves.
La piel reacciona al contacto con el agua caliente dilatando sus vasos sanguíneos como un método de enfriamiento, causando así el enrojecimiento de la misma. “Cuando estás en tus veintes, puedes tomar una ducha caliente, estar rojo e hinchado y recuperarte en una hora, pero en tus treintas, puede tomar dos horas”, dice Alexiades-Armenakas. “A tus cuarenta, tu piel simplemente no tiene la habilidad de volver a su forma original, así que estás rojizo todo el tiempo”.
Y por supuesto, siempre protégete con protector solar
Finalmente, este debe ser el consejo que más escuchas cuando se habla de cuidado dermatológico, pero siempre vale la pena recordarlo. Y es que el uso regular de bloqueador solar no solo te protege de enfermedades tan delicadas como el cáncer de piel, sino que además te ayuda a mantener una apariencia más joven por mucho más tiempo. “El 90% de las arrugas proviene de la exposición al sol”, asegura a Women’s Health un experto en la materia. “Es mucho más fácil prevenir el daño de lo que es corregirlo”.
No importa si estás en pleno invierno o en el verano más caluroso, el sol siempre tiene efectos sobre tu piel.
Fotos: Instagram @NúriaTomás / @m.checa
En Modalia / Así es Núria Tomás: Actriz, bloguera y empresaria del jamón