Ir de rebajas puede resultar tedioso y desesperante. Largas colas, desorden y aglomeraciones. Tras sufrir estas situaciones solemos optar por obtener la prenda deseada al precio original, asumiendo la diferencia de precio como justificación para no perder el producto o no soportar estas situaciones. Sin embargo, siempre hay soluciones para evitar pagar esta diferencia económica. Aquí dejamos varios consejos para aprovechar las rebajas al máximo.
– Previo estudio de mercado
No supone ningún esfuerzo teclear la web de la tienda en la que solemos comprar. Una vez dentro podemos hacer un itinerario de las colecciones y de las prendas que nos interesan. Apuntar el código de referencia o crear una carpeta con capturas de pantalla en nuestros teléfonos nos pueden ahorrar la famosa “búsqueda del tesoro” al llegar al establecimiento.
– Establecer un presupuesto
A pesar de la media estimada de consumo, debemos ser realistas y determinar la cantidad que estamos dispuestos a gastar en estas semanas de locura consumista. Podemos establecerlo aplicándole un 40% de descuento al precio previo. No debemos olvidar que las “gangas” no siempre son tan “gangas”. Los comercios tienden a incrementar el precio original del producto en las semanas previas para luego crear el efecto “ofertón” en los clientes.
– Ordenar el armario: ¿necesidades o caprichos?
Unos días antes de las rebajas debemos dedicarle tiempo a ver nuestro fondo de armario y analizar cuáles son las verdaderas necesidades. Una buena idea es crear una lista con las prendas que pensamos que deberíamos renovar o con aquellas que echamos en falta.
– Formar el equipo
Ir sola de rebajas no siempre es productivo. Crea un equipo con varias amigas o familiares y asigna las funciones: esperar la cola en las tiendas que no tengas interés, acordarse de las tallas de tus compañeras, acercarse para ver si necesitan relevo en la espera, ir pidiendo la comida mientras el resto paga, proporcionar teléfono móvil a quien lo necesite y ser completamente sincera con el resto del equipo sobre las prendas escogidas.
– Madrugar no es aprovechar
Las primeras horas suelen estar protagonizadas por fanáticas de la moda que pretenden arrasar con todo aquello que quepa en sus armarios. Esperar a medio día nos proporciona más capacidad de selección, menos tiempo de espera y más oxígeno por metro cuadrado en el establecimiento.