Dior y su nueva colección crucero 2018 nos traslada al lejano Oeste con un desfile que ha envuelto a todos los presentes en un ambiente cálido, místico y mágico, haciendo que el espectador se traslade a un verdadero rancho con una colección al puro estilo Western.
Pero antes de continuar vamos a refrescar el significado de una “Colección Crucero” por si hay alguna perdida entre términos. Este tipo de colección llamada crucero o en otros casos “resort”, es sin duda una colección que sirve como adelanto de la nueva campaña para la firma en el que mezcla prendas de verano y de invierno.
Las colecciones cruceros nacieron pensadas para aquellas personas que durante el invierno huyen del frío y eligen como destino vacacional un crucero por zonas más cálidas.
Con respecto a la colección crucero de Dior, nos traslada a la Costa Oeste de Estados Unidos eligiendo el desierto en Las Vírgenes Canyon Calabasas (California) para presentar una colección cargada de flecos, decoraciones de inspiración chamánica y toques folk.
Con el título “Dior Sauvage” desvela el lado más salvaje de la maison francesa, con un soplo de historia indígena y natural que ha hecho del espectáculo todo un acontecimiento digno de ser admirado.
Podemos observar una clara reminiscencia al pasado de la firma con el entalle de la cintura y el vuelo en las faldas.
La colección destaca una amplia gama cromática de colores cálidos como el naranja, caqui, mostaza y rosas empolvados, pasando por el blanco y el negro.
Con respecto a los detalles, los grandes protagonistas son esos sombreros de estilo Western, con el más mínimo detalle de guarnición. También el estampado es un gran protagonista que nos recuerda a las pinturas rupestres más históricas, que mezcla plumas y flecos.
Las prendas de corte ancho, como las faldas acampanadas o las capas de ante, nos recuerda a las películas de Western. Podemos observar la sensualidad de la firma en la mujer Dior con escotes en pico, cuadrados y redondos con un toque de sensualidad en prendas con transparencias y un aire fresco que brilla tímidamente, dando paso a la originalidad y la explosión de un Dior salvaje, exótico y sensual en un desfile donde cuenta todo al detalle.