Tiny Dancer, la canción que enamoró a Britney Spears

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La música provoca reacciones físicas y emocionales que trascienden más allá de lo comprensible, puede hacerte inmensamente feliz o aplastantemente triste y tiene la capacidad junto al tiempo de curar las heridas. En 2015 Britney declaraba su amor a la canción Tiny Dancer del eterno Elton John como si la pequeña bailarina le estuviera pidiendo que la abrazasen fuerte, un grito de ayuda que se ha materializado siete años después en un remix disco tan vibrante como su voz.

Seis años desde Glory y nueve meses después de que fuera liberada de la tutela judicial por la que su padre había controlado su vida durante 13 años, Britney Spears bajaba las escaleras de un estudio en un sótano de Beverly Hills para subir en 24 horas a lo más alto. Con una canción que fusiona tres de los grandes éxitos del británico: Tiny Dancer (1971), The One (1992) y un pellizco de Don’t Go Breaking My Heart (1976), el pegadizo estribillo de aquel clásico de 1971 se clavó en el corazón de la artista: representa los “espíritus libres, sexys en hip-huggers y blusas de encaje, y muy etéreos, la forma en que se movían. Tan diferente de lo que estaba acostumbrado en Inglaterra. Y todos querían coser parches en tus jeans” dijo Bernie Taupin, colaborador y letrista de la canción que captura la esencia de las mujeres que deambulaban por las calles de Los Ángeles.

Britney Spears publicaba el pasado 25 de agosto en Twitter: “Quiero ser valiente como cuando era más joven y no estar tan asustada y temerosa”, como aquella mujer de Womanizer y aquellas de la ciudad de California que inspiran la letra de la canción que acaba de reiniciar su carrera musical.

Por la ingente presión mediática que la llevó en 2008 a ingresar en un hospital psiquiátrico, su padre, James Spears se hizo cargo de sus finanzas y controló hasta el último ápice de la vida de la estrella del pop, detrás: abuso, corrupción y explotación laboral. Mientras, el contenido de sus redes sociales se cargaba de vídeos bailando y las calles reclamaban su liberación con el movimiento Free Britney.

Se conocieron por primera vez en la gala de los Oscar en 2013 de la fundación contra el SIDA, John confesaba para The Guardian: “Ella cantó y bailó tan hermosamente”. La pequeña bailarina era la candidata perfecta para el disco que el británico anda buscando: pop divertido, para un fin de verano donde todavía queda ese aliento para seguir bailando, como cuando te ponen un temazo al final de la noche y lo das todo. Y de cosechar éxitos pop nadie sabe más que Britney, Bit**.

Hold Me Closer. Fuente: @@eltonjohn.

Andrew Watt, el productor musical que dejó a la princesa hacer para sacar un tema como un cohete impulsado con flores hacia las estrellas, compartió su experiencia de trabajar con la diva del pop: “Ella es increíble superponiendo su voz y doblando, que es una de las cosas más difíciles de hacer. Ella realmente se empujó a sí misma, vocalmente”. Consiguió fusionar su voz con la de John para cantar solo en solitario un verso: “Drunken nights in dark hotels, baby (Yeah)” / “Noches de borrachera en hoteles oscuros, bebé (sí)”.

Así Britney y Elton se han sacado de los hoteles oscuros el uno al otro para devolvernos a los demás con su música la luz.

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