Hace más de una década que la cantante estadounidense, Taylor Swift, saltó al ojo público con su primer álbum homónimo de estilo country, que le serviría para catapultarse hacia la fama y para convertirse en todo un referente. Al inicio de su carrera, y en los posteriores años, Swift siempre ha demostrado un estilo único, lleno de feminidad y sencillez. Ha usado prendas de épocas anteriores, pero proporcionándoles un toque actual que han convertido todos sus looks en combinaciones perfectas
Artista y referente estilístico
A lo largo de estos años hemos podido apreciar una evolución notable tanto en la propia Taylor, como en su música y en su estilo de vestir. Estos dos últimos siempre han ido de la mano, reflejando a través de ellos los pensamientos e intenciones, incluso los estados de ánimo por los que iba atravesando la artista.
La música no es el único elemento que utiliza la estadounidense para decirle al mundo quién es y qué es lo que pasa en su vida, puesto que también se sirve de la moda para reivindicar su identidad y el momento en el que se encuentra. Es por eso, por lo que en cada “era” apreciamos un estilo diferente.
Diva del country
En sus inicios en el country – Taylor Swift, Fearless, – optaba más por lo natural -rizos al aire, tonos neutros, maquillaje sencillo, vestidos naíf con vuelo, y botas de cowboy. Dejaba entrever un aura angelical y dulce tan característico de la cantante en sus primeros pasos en la industria.
Con Speak Now ascendió a lo más alto. La novia de América alcanzó el principio de las listas de éxitos con una estética pin-up, y un estilo más romántico, atractivo y clásico, con vestidos de vuelo con un aire principesco.
Todo al rojo
En 2012, alcanzó su madurez estilística cuando publicó su cuarto álbum Red, época en la que cambió su estilo personal hacia algo más vintage, incluyendo en su armario camisas marineras, shorts de tiro alto, manoletinas, sombreros – el bombín negro se convirtió en una seña de identidad de este periodo-, diademas y faldas plisadas o a lápiz. Todo unido al característico labial rojo y el eyeliner que siempre lucía, la hacían parecer más adulta, y más glamurosa, al estilo hollywoodiense.
Clásica y chic
El siguiente álbum, 1989 cambió de registro, y rompió definitivamente con el country, para dejar paso a un estilo un poco más comercial como el pop. Le sirvió para llamar la atención de la crítica musical y, pasar a ser considerada la reina de este género. Su carrera se consolidaba, y su estilo – que sumaba minifaldas de silueta trapecio, crop tops y vestidos cut out-, más aún. Eternamente perfecta, femenina, sexy y atrevida.
La víbora como sello personal
Después de varios meses de ausencia, la compositora reapareció tras las diferentes polémicas que la perseguían – discusiones con Kanye West, el clan Kardashian y, su exnovio Calvin Harris-, y la llevaron a un aislamiento social que invirtió en la creación de su sexto álbum Reputation.
Este periodo se tiñe de negro, su estilo se vuelve más agresivo, tenebroso y salvaje. Dice adiós al romanticismo ecléctico de las etapas pasadas, y da la bienvenida a las tonalidades oscuras, los toques metálicos, corsés, medias de rejilla y botas altas, a la misma vez que añade sudaderas, animal print y lentejuelas. La serpiente se convirtió en el símbolo por excelencia de esta etapa – Kim Kardashian utilizo este animal para lanzarle odio a través de Instagram, pero la cantante lo convirtió en su sello principal-.
Luz y color
Dos años más adelante, en 2019, lanzó Lover, un disco lleno de color, alegría y optimismo que rompía de lleno con la estética gótica de Reputation, tanto en la sonoridad como en la forma de vestir de Swift. Los colores llamativos y vistosos del arcoíris, el tie dye y los tonos pastel adornan sus trajes. La ilusión y el romanticismo vuelven a la cantante, la fantasía y el optimismo caracterizan esta época .
Solo quiero tranquilidad, gracias.
Lo último que ha publicado la artista han sido dos discos –Folklore, evermore– que surgen de la experimentación de nuevos sonidos más relajados, campestres y rurales. Recupera esa sencillez de sus inicios para mostrar sus sentimientos más profundos y verdaderos. Observamos más melancolía y madurez en estas obras, y para la estética visual de los mimos Swift se ha servido del código cabincore, protagonizado por una estética más campestre, con sobrecamisas o abrigos de cuadros, botas de montaña, colores neutros y por la búsqueda de una comodidad adquirida durante la cuarentena -cuando fueron escritos y producidos estos álbumes-.
Lo que tenemos claro es que Taylor tiene un estilo muy versátil y camaleónico, que podemos apreciar tanto en su música como en la moda y, ¡nos maravilla!
¿Con qué nos sorprenderá la próxima vez?
Escribir es la mejor manera de verbalizar y hacer entendibles los sentimientos que se pretenden evocar con el periodismo. Cine, música y moda, no puedo elegir. Murcia.