“¿Por qué no atreverte? ¿Qué tienes que perder?” Estas dos preguntas son las que se hizo Nathalia Hernández, una joven cartagenera de 31 años hace apenas tres años, cuando decidió emprender su propia marca de ropa: Nathalapa (@nathalapa).
El mundo está hecho para los valientes, por eso, Nathalia Hernández nos cuenta, con motivo del Día Internacional de la Mujer Emprendedora, cómo hizo para poner todas las cartas sobre la mesa y luchar por lo que siempre ha soñado: crear su propia firma de ropa.
¿Qué significa para ti Nathalapa?
Nathalapa soy 100% yo, lo que soy, es el reflejo sin ser consciente de cómo estoy, cómo soy o cómo me encuentro en cada momento. Repito, de manera inconsciente voy transmitiendo en Nathalapa cada momento en el que me encuentro. Por otro lado, también te diría que en parte es como un hijo: te da alegrías, disgustos, momentos súper buenos, otros no tan buenos, muchos quebraderos de cabeza y a la vez mucha gratitud.
¿Cuál fue el motivo que te impulsó a convertirte en emprendedora de tu propia marca de ropa?
Trabajé en Barcelona para algunas marcas y cuando volví a mi ciudad, Cartagena, reflexioné en que aquí no estaba explotado el sector del diseño de moda. Aquí apenas había empresas del sector, marcas o firmas en las que “trabajar para otro” en el mundo de la moda y, que si realmente me quería dedicar a lo que me apasionaba y para lo que me había formado, no me quedaba otra que jugármela, apostar y montármelo por mí misma.
¿Qué ha sido lo más difícil que te has encontrado en el camino?
Te mentiría si no te digo que me sigo encontrando dificultades cada día y que esto es parte del juego. Hay momentos muy buenos y otros muy malos. Hay veces que piensas en dejarlo aquí, en tirar la toalla… El mundo textil no es nada fácil para un emprendedor, es una continua carrera de fondo, te enfrentas con competidores gigantes de la moda industrializada. Nathalapa es todo lo contrarío, apostamos por la calidad, la artesanía, por recursos limpios y trabajo justo, los precios de coste son muy diferentes a los de una moda industrializada. Nathalapa apuesta por Slow Fashion y es complicado, ya que el consumidor aún no está realmente mentalizado y no asume ciertas maneras de consumir. También te diré que el parón de la pandemia para mí ha sido un autentico caos, ha sido casi como volver a empezar de cero en todos los sentidos.
¿Por qué decidiste iniciarte en el mundo de la moda y no en otro sector?
Realmente, fue un poco sin querer. Me matricule en la escuela superior de diseño de la Región de Murcia buscando estudiar diseño de interiores, no tuve plaza en interiores y la segunda opción que elegí fue moda. Mi intención era cursar el primer año de moda y en segundo curso cambiarme a interiores, ya que para mí la moda siempre me había apasionado pero nunca me lo había planteado como para profesionalizarme ni de lejos. Una vez inmersa en ese primer curso que para mí creería ser pasajero, me di cuenta de que era donde quería estar, donde necesitaba estar y no quería otra cosa que seguir estudiando, trabajando y aprendiendo en diseño de moda. Como siempre dice mi padre: “todo pasa por algo” y así fue, pasó de esta manera porque así tenía que ser.
¿Cuántas colecciones tiene Nathalapa y en qué te has inspirado para crearlas?
Nathalapa surge inicialmente con vestidos personalizados a medida, adaptándome al 100% a cada clienta. Por ello, los vestidos eran tan personalizados que a veces no podía crear realmente lo que yo quería al 100% y decidí apoyarlo con una primera mini colección donde pudiera expresarme libremente. Esta primera mini colección llegó con el nombre de COLORAMA, inspirada en el color, sus significados y lo que transmite cada uno, teniendo mucho que ver un libro para niños llamado como la colección, COLORAMA.
Con similitudes en el nombre pero por pura casualidad, sin tener nada que ver llegó la segunda colección llamada GLAMOURAMA, inspirada en las mujeres empoderadas de épocas pasadas donde el glamour y el lujo eran la seña de identidad de cada una de ellas. Los nombres de cada look eran nombres de actrices o mujeres relevantes de siglos pasados.
La tercera colección llego con la pandemia, estaba toda preparada para lanzarla en ese momento. Quedaban por hacer las fotografías de la campaña, pero no se pudieron hacer hasta que no pasó el confinamiento y lo que era una colección de primavera-verano, llegó directamente para verano, sin apenas eventos, sin apenas salidas en las que comprar un buen look para una ocasión especial. Esta colección fue a la que más tiempo le dedicamos y la qué más se desaprovechó por desgracia, o no se pudo explotar como queríamos. Era una colección llamada SOLANERA y estaba inspirada en mis raíces, en mi alrededor, en mi ciudad Cartagena, en la Región de Murcia y en su Mar Menor. Una campaña en medio de la naturaleza, en nuestra tierra y con nombres bastante peculiares que hacían guiño a ese diccionario murciano y sus típicas “cosicas”.
Con la pandemia decidí no sacar una colección muy extensa y sacar algo que la gente pudiera usar en ese momento, por lo que saqué una línea de sudaderas a la que llamé IM- PREVISTO.
Después de esta última no hemos vuelto a sacar colección como tal, seguimos trabajando convertidos personalizados, seguimos trabajando en colecciones de manera interna para un proyecto que aún no puedo anunciar. Ahora mismo quiero ser más consciente que impulsiva, volverá una próxima colección pero ahora mismo muevo con la situación actual. Las cosas parecen que vuelven poco a poco a su estado y con ello iremos volviendo a la normalidad.
¿Llevas tu empresa en solitario o hay alguien detrás ayudándote?
Principalmente yo sola, y es muy complicado. Cuento con un equipo de modistas que sin ellas, hoy no estaríamos hablando de Nathalapa.
¿Qué hace que tus productos sean diferentes al resto?
No sé si son diferentes o no, son míos y son Nathalapa. Son mi ADN y siento una plena gratitud cuando alguien quiere llevar una prenda mía, ¡creo que eso es lo más de lo más!
¿Cuál es tu target objetivo?
Principalmente mujeres, mujeres de cualquier tipo y edad que quieran sentirse empoderadas, sentirse que visten libremente como ellas quieren, atrevidas, que les dé igual el qué dirán, que lleven lo que quieran, cuando quieran y como quieran. Mujeres que se vengan muy arriba cuando lleven un diseño de Nathalapa puesto.
¿Qué consejo le darías a una mujer que está empezando a emprender su propio negocio?
Que es duro, pero es gratificante. Que habrá problemas pero también soluciones, que hay que tener paciencia y sobre todo tropiezos y errores, pero eso es la clave. Los errores son lo mejor porque es de donde más se aprende y lo que más sirve al fin y al cabo. Y que si quiere, que lo haga, porque si no se introduce en el camino, nunca sabrá qué podría haber pasado si no lo hace.
¿Y a esa mujer que no se atreve a crear su empresa por miedo al fracaso?
En la vida podemos fracasar en cualquier ámbito y que ese fracaso te sirva de lección. ¿Por qué no atreverte? ¿Qué tienes que perder? Si no lo haces seguramente no sepas nunca a dónde habrías llegado. No usaría la palabra fracaso, diría que son etapas y lecciones de la vida. No se gana, ni se pierde, son puras experiencias.
Y, para finalizar, ¿crees que hombres y mujeres tienen las mismas habilidades y aptitudes para dirigir sus propias empresas?
Podría contestarte con el tópico de: las mujeres son más organizadas, son más constantes y responsables, pero no creo que esto ocurra si eres mujer o si eres hombre. Esto va en la persona, en la actitud de cada uno y somos válidos seamos lo que seamos para luchar por nuestros objetivos. Pero sí te diré que me siento muy orgullosa de todas las mujeres que un día decidieron emprender y ser las líderes de su propia empresa, siendo mujeres de éxito sin depender de nada ni nadie, porque quizá en algunos momentos de esta vida no hemos tenido las mismas oportunidades y algunas fueron pioneras y es digno de admirar. Porque gracias a ellas hoy todo es diferente y podemos hablar de MUJERES EMPRENDEDORAS.
Que nada ni nadie te pare. Lucha por todos esos sueños que revolotean por tu cabeza y haz que se cumplan. ¡Nosotros estamos contigo!
Periodista apasionada por el mundo de la moda y la belleza. París siempre será un buen lugar en el que perderse.
“Pies, ¿para qué los quiero si tengo alas para volar?” Frida Kahlo.