A Lily Aldridge podríamos definirla como la chica que con lo esencial, crea maravillas y consigue que todo el mundo se gire por la calle a contemplarla.
Puede que no disponga de esa belleza de impacto como algunas de sus compañeras de alas: ojos claros, labios gruesos y melena larga y rubia… pero Lily tiene mucho más que todo eso. Tiene una chispa de magia que la vuelve carismática.
Natural y sencilla, hemos podido contemplarla en multitud de facetas; desde un icono sexual subida sobre la pasarela de Victoria’s Secret con ropa lencera, disfrutando de una velada romántica con su marido Caleb Followill o metida de lleno en el papel de madre joven yendo a recoger a su pequeña al cole.
Pero en todas las ocasiones, Lily ha conseguido ir estilosa y de la manera más sencilla.
En una entrevista, Lily asumió diez mandamientos de estilo a los que siempre le es fiel. Entre ellos se encuentra: “no desperdiciar un buen escote en “uve”, ir a la última pero sin perder tu esencia, cuando caiga la noche te entregarás a la sofisticación…”
Y con looks como estos nos lo demuestra:
Ella también es partidaria del blazer oversize. En esta ocasión en negro para conseguir un look de cóctel. Con una falda plisada y el blazer con un cinturón para cerrarlo, es favorecedor a la par que sexy.
Cuando hablamos de noche de chicas, es noche de chicas. Y como bien afirmó Lily, cae la noche y hay que brillar.
Aquí con su compañera y amiga Behati, Lily luce un vestido en color vino con detalles calados y con el escote trenzado. ¿El calzado? Tacón sin ninguna duda pero que se ajuste a tus posibilidades para que te permita bailar durante horas y horas.
Cuando la fiesta surge de improvisto, a Lily no le entran agobios. Como siempre, tiende a la sencillez porque como se ha oído en repetidas ocasiones… “menos es más” y está claro que esta filosofía entra dentro del armario de la modelo.
Un vestido lencero con caída en color plata y un stiletto en negro.
Sin embargo, cuando la ocasión merece arreglarse y mucho… Lily siempre está a la altura. Si es por el día, este vestido blanco de falda plisada que aparentemente es sencillo, lo combinado con una chaqueta de estilo batín en color burdeos con topitos en blanco, convirtiendo el look en algo fresco e innovador. Y como no, un buen taconazo.
Pero si es por la noche, Lily saca todo su arsenal y es que el color rojo le sienta de maravilla. Ella una vez más se diferencia del resto y apuesta por invertir el escote luciéndolo en la espalda.
Un bolso de mano en tono nude, unos pendientes de pedrería… y más que perfecta.
Para los días de plan en familia como acudir a ver un partido de tenis, Lily es partidaria de los crop tops. Por eso combina este con un pantalón blanco de tiro alto. La melena al natural y unas wayfarer para protegerse del sol.
Londres es impredecible y la lluvia al 80% está asegurada. Pero para Lily no hay nada que se interponga entre su brunch y ella, por lo que con su paraguas, recurre al estilo Black&White con un pantalón negro fluído, una blusa blanca, un blazer, su birkin y como toque diferenciador… unas gafas de sol en pleno día gris. Muy del estilo a Audrey Hepburn en desayuno con diamantes y es que a decir verdad, ambas comparten esa faceta especial que las diferencia del resto de mujeres.
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Fotos | @Lilyaldridge