Invitada de boda, sin morir en el intento

| |

Ya estamos en primavera y comienzan a aflorar las innumerables…¡¡bodas!! Yo pensaba que con esto de la crisis cesarían las celebraciones, pero la ilusión no se gasta. Lo que si se gasta es nuestro presupuesto si se nos juntan varias bodas en la misma temporada, así que quiero recoger una serie de consejillos y propuestas para sufrir lo menos posible.

Mi filosofía personal recoge tres cosas:

1. Hazlo tu misma. Evita gastarte un dineral en peluquería, maquillaje y modelito. Rebusca en tu fondo de armario y arréglate con calma tu solita.
2. Usa la lógica. Elige tu look en función de las características de la boda; por ejemplo, si es en el campo no te subas a unos tacones de aguja.  
3. Menos es más. Para mi gusto una boda no es una alfombra roja. Hay muchos vestidos sencillos, de marcas “low cost” que son perfectos.

Empecemos por el vestido. Ante la duda siempre corto, pero sin que roce el exceso.

Yo me inclinaría por algo sencillo que podáis reutilizar en otras ocasiones. Aunque pensando un poco…seguro que en el armario tenéis más de un vestido que os sienta cómo un guante y al que podéis darle una vuelta y aportarle ese toque que necesitáis para la ocasión. Siempre podéis acompañarlo de un cinturón joya, un collar llamativo o un broche al hombro.

En cuanto a peinados, aprovechar la tendencia de las ondas desechas y hacéroslas vosotras mismas en casa. Una melena ladeada, sujeta con un par de horquillas que no se vean os dará un toque más pulido.
Si sois más de recogidos, optar por la naturalidad de un moño deshecho con trenzas laterales, una trenza de espiga o la clásica cola de caballo, tirante y ocultando la goma con un mechón enrollado.

Maquillaje. Os recomiendo que os arregléis vosotras mismas cómo siempre lo hacéis, incidiendo un poco más si queréis en el tema pestañas, pero siempre sin excesos. La naturalidad y el que os sintáis cómodas con el look que lleváis son las claves. Si os apetece optar por unos labios coloreados, como rojo o fucsia, utilizar labiales de larga duración. Ahora los hay a precios geniales, y os evitarán el acudir con demasiada frecuencia a retocaros, o el aspecto desarreglado de unos labios despintados.

Zapatos o sandalias. Escoger lo que prefiráis, ya que ahora no se tiene en cuenta que sean cerrados o no. Pero siempre intentando que sea cómodo. Yo optaría por rebuscar en el zapatero y utilizar algo que ya me haya puesto más veces, así sabrás cuánto vas a aguantar con ellos puestos ¡y no gastarás un duro! Unas buenas sandalias de tiras con tacón y plataforma o unos “peep toes” son buenos aliados y combinan con infinidad de vestidos.

Y para completar el look una blazer. Bien para taparse los hombros en una iglesia, acatando el protocolo, bien para protegerse del frío de forma más eficaz que con un simple chal, una blazer o americana arreglada es el aliado perfecto, y seguro que ya la tenéis en el fondo de armario.

Previous

La tendencia … piensa en verde

Tendencia Péplum

Next