El maquillaje es una actividad muy asociada al público femenino. Es incluso una profesión muy feminizada. Sin embargo, si dejamos atrás prejuicios y estereotipos descubriremos que esta profesión, que forma parte del mundo de la imagen, es imprescindible para muchos negocios.
La televisión y el mundo del entretenimiento en general, incluyendo el cine, es el ejemplo más evidente. Cada persona que se pone delante de una cámara, y aquí entran igualmente la fotografía, lo hace previamente maquillada.
Como vemos, la industria de la estética tiene un sinfín de aplicaciones y una de las que más sorprende es la tanatoestética, que es la rama que se encarga de adecentar estéticamente a las personas que han fallecido para que se vean con buen aspecto.
Un boom del sector en redes sociales y plataformas como YouTube
Hoy en día estar feo o fea es muy evitable, y no nos referimos exclusivamente a intervenciones estéticas de carácter quirúrgica, sino a otras muchas vías que permiten cambiar el aspecto físico de una persona.
El maquillaje es una de ellas, quizás la más efectiva y cómoda, pues una persona puede transformar por completo su rostro con sesiones bien diseñadas. En YouTube podemos encontrar decenas de canales especializados en make up.
A su vez, la industria de las performance o los cosplayers también echan mano de esta práctica. En las redes sociales, esas plataformas de interacción en las que todos convivimos, también se observan obras maestras del make up.
Maquillaje, filtros, intervenciones estéticas de mayor o menor calado… ya no hay excusas para transformar tu imagen en lo que deseas, ya sea de manera temporal o permanente. En el caso del make up, las puertas laborales que abre son muy interesantes, y especialmente en una ciudad como Madrid, que concentra a buena parte de la industria del entretenimiento en España.
¿Qué salidas laborales están relacionadas con el mundo de la imagen y el maquillaje?
Los salones de belleza son la primera respuesta que se nos viene a la cabeza cuando hablamos de maquillaje. Cuando tenemos que acudir a una entrevista de trabajo, una boda, una ocasión especial o simplemente queremos estar más guapas que de costumbre, pasamos por el salón de belleza.
La televisión y el cine ya los hemos citado, pero los traemos de vuelta porque es una necesidad imperiosa. De hecho, presentadores, periodistas y colaboradores de televisión agradecen continuamente la labor de los profesionales de imagen y meten en este saco a maquillaje, peluquería, vestuario y un largo etcétera de personas que no están frente a las cámaras pero que son igualmente necesarias para cumplir que el trabajo salga adelante.
En moda ocurre algo similar. Ya sea para desfilar en pasarelas, para la industria de la publicidad o para fotografía, la moda necesita del maquillaje para que las modelos luzcan un aspecto estético acorde a la ropa que vistan.
Y por último, dejando a un lado la tanatoestética, está también el maquillaje enfocado hacia efectos especiales, que se lleva a cabo cuando es necesario aplicar un make up especial para congresos o exposiciones o el que guarda relación con la industria médica y las prótesis.
¿Por qué es importante la formación continua en maquillaje?
Una sociedad como la actual en la que la imagen y la estética gozan de tanta importancia requiere de profesionales bien formados en maquillaje. Para poder formar parte de este mundo no siempre es suficiente con iniciarse de manera autodidacta, algo que facilitan mucho las redes sociales y YouTube, sino que es aconsejable recibir una buena formación teórica.
Los cursos de maquillaje en madrid son muy numerosos, pero los que ofrece la Asociación de Maquilladores Españoles para Cámara y Fotos se sitúan entre los más prestigiosos, pues esta entidad ha sido galardonada con la Medalla de Oro por la Asociación de Profesionales de la Imagen debido a su amplia trayectoria profesional.
La asociación dispone de cursos de belleza, máster en maquillaje o caracterización y en todos ellos se centra en cuestiones como el uso de correctores y bases, el amplio catálogo de herramientas y utensilios de trabajo y la evolución en todos los productos cosméticos.
El aprendizaje en esta rama profesional nunca termina, así que la formación ha de ser continua, para adaptarse a las necesidades físicas y psicológicas del cliente y hacer de la belleza física un pasaporte a la felicidad y el bienestar.