Cuando se trata de querer apostar por un nuevo estilo para nuestro pelo hay tantas opciones que puede resultar frustrante no saber por cuál decidirse o no sentir mucha afinidad por ningún tipo de look. Puede resultar especialmente complicado cuando se trata de alejarse de los tintes que tan claros son para su elección según el color pero que a la vez pueden resultar muy drásticos y quizás demasiado familiares.
Las mechas balayage suponen una gran alternativa entre todas las posibles propuestas de estilo para el pelo al mantener la esencia de un nuevo look sin arriesgarse demasiado, resaltando entre algunas opciones que puedan ser interesantes en teoría y nefastas al realizarse por ser muy extremas para quien se la hace y no quedar bien. A la vez supone uno de los looks más destacados y deseados de esta temporada y un gran aliado para poder conseguir probar nuevos estilos de forma progresiva o reinventar un colores que creíamos totalmente conocidos mediante nuevas formas y aplicaciones.
Pero, ¿Que son exactamente las mechas balayage? Como su propio nombre indica son mechas, se realizan desde unos centímetros más abajo de la raíz hacia puntas con el objetivo de lograr un efecto suave y natural degradando el tinte con pincel y mano alzada para obtener el efecto barrido.
No maltratan el cabello ni necesitan calor a diferencia de la decoloración con papel de aluminio, se adaptan a los distintos tipos de colores de pelo al contar con múltiples tipos y también son idóneas para el rostro puesto que se logra un efecto countouring que estiliza el rostro mediante el contraste entre las tonalidades oscuras y claras.
A diferencia de otras mechas como las babylight, se trata de una técnica y no un simple tipo de coloración con la que se obtiene un difuminado completo para el pelo con un acabado más fino sin importar el color de base, aportando luminosidad y jugando con la idea de no saber dónde empiezan y donde acaban al aportar una apariencia totalmente elegante y natural.
La técnica balayage se recomienda usar en cabellos largos o medios para poder lograr el barrido de color con facilidad. Se aplican a todos los colores, en melenas rubias se suelen mezclar con tonos dorados o platinos, en castañas los colores más usados son el caramelo y el avellana mientras que para las personas de tez morena colores como el golden toffe o el bronce son ideales para conseguir luminosidad, claridad e incluso resaltar los ojos marrones.
Se puede distinguir entre tipos de mechas balayage:
Balayage Brondé o Melting Hair. Se suele aplicar en melenas oscuras con tonalidades más claras y aporta brillo y suavidad en las facciones de la cara.
Mechas Ombré. Son mucho más marcadas aunque siguen consiguiendo la suavidad, el difuminado y el barrido que las caracteriza y da nombre. Leve variación de color que acaba más clara que el resto a mitad de cabello.
Mechas Sombré. Crean una transición de colores similares entre ellos que acaban suavizando el color más oscuro. El color claro empieza desde más arriba.
Sunkissed. Una de las pruebas de que esta técnica y sus diferentes formas de realizarla pueden ser la mejor compañía para el sol que va a marcar esta primavera-verano 2023 y que su capacidad de generar brillo ante el sol en cualquier tamaño de pelo a la vez que se puede jugar con las tonalidades de nuevas formas hace más que entendible su regreso como tendencia.
Shatush. Se aplican distintos pigmentos al cabello de forma reducida ofreciendo un cambio sin que sea muy evidente y protegiendo el pelo de todos los posibles daños que puede sufrir en verano.
No importa qué tipo se escoja, las mechas balayage son perfectas si se busca naturalidad, al fundirse con la base natural del cabello, sin dañar el pelo con productos como el papel de plata que producen oxidación ni sobrecoloralo y a su vez son ideales para dejar crecer y sanar el pelo tras alguna decoloración.
Además aportan luminosidad, brillo, suavidad y un elegante contraste entre las facciones que también estilizará el rostro en todos los posibles colores de pelo. Su acabado da movimiento, disimula las canas al realizar aplicaciones difuminadas en puntos estratégicos y es de fácil mantenimiento sin necesitar demasiados retoques por no aplicarse de raíz.
El único inconveniente de esta técnica que evita las mechas en forma de rayas y permite elegir como, donde y cuanto aclarar el pelo ,huyendo de la radicalidad que puede suponer en este ámbito un tinte por toda la melena, es que es necesario que sea hecho por expertos.
Su precio oscila entre los 90 y los 130 euros, dependiendo de la peluquería en la que se decida hacerlas.
No cabe duda de que se tratan de uno de los mejores looks para apostar por un cambio notable pero no arriesgado a la vez que se cuida el pelo y se logra adaptar al verano.
Firme creyente de que, como afirmó Madonna, la belleza está donde se encuentre. Para mi esa belleza se manifiesta a través de obtener una perspectiva nueva en todos los campos que amo: el baile, la escritura, la cultura popular, el análisis político y sociológico y ,por supuesto, la moda.
Particularmente me gustaría llevar un enfoque analítico a aquellos elementos del periodismo cultural que son comentados pero no observados , con el bagaje que me permiten los 4 años estudiando la carrera de Periodismo.
Mis pasiones y formaciones me permiten ampliar los conocimientos necesarios así como plantear una visión que enlace aquello que parece no tener conexión aparente (la moda y el teatro, el maquillaje y el posicionamiento de marca en celebrities o las redes sociales como elemento divulgador de las concepciones artísticas de la alta costura)
La cercanía al ocio cultural que me aportan mis 21 años de edad es clave para entender cómo repercute lo que se escribe debajo de un titular a aquellos a los que está destinado.
Otro elemento que aúna mis pasiones con mi formación seria la creación del medio Future Discordia, junto a 6 compañeras de clase, que sirve tanto como blog como podcast. Aportándome con ello disciplina,manejo de redes sociales y desempeño comunicativo.
Así como mi interés por aquello novedoso a la par que revisitar lo que ya ha ocurrido y ha impactado en el desempeño de lo actual.
Aunque pudiendo seguir enumerando, ¿Dejamos que el trabajo hable por sí solo?