Los cuidados de la piel que no pueden faltar en tu rutina

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El cuidado de la piel para evitar su deterioro se ha convertido en uno de los objetivos de la mayoría de las mujeres, independientemente de su edad. Cada persona es diferente, y, por lo tanto, saber el tipo de piel es vital para darle a cada una el tratamiento adecuado. A la hora de escoger cosméticos, la decisión puede variar mucho entre las pieles secas, normales, grasas o mixtas, y lo que beneficia a una puede perjudicar a las otras, por lo que hay que darle importancia a conocer qué tipo de piel es el tuyo y cuáles son sus necesidades.

Otro punto importante a tener en cuenta está en los cambios que la piel va sufriendo con el paso de la edad. Siempre se han convertido en noticia las mejores propuestas dependiendo de la edad de cada mujer, y es bueno dejarse aconsejar por profesionales que sean capaces de reconocer lo que necesitas incluir en tu día a día para el cuidado de tu piel. No obstante, vamos a dar una serie de consejos que deberían ser básicos en cualquier rutina de belleza y que son aplicables a cualquier rango de edad.

Tener una piel saludable y bonita es uno de los pasos primordiales para verte siempre guapa y sentirte bien contigo misma.

Por obvio que pueda parecer, gran parte de la rutina de belleza para la piel la componen los hábitos. Son primordiales: una alimentación y una vida sana, hacer deporte, beber tanta agua como sea posible y evitar exponerse demasiado a los rayos del sol. Hay expertos que consideran que esto último provoca el 90% de arrugas de las mujeres, debido a su alta exposición a los rayos solares desde que son pequeñas.

Empezar a cuidarse: básicos para lucir una piel perfecta

Una vez que seguimos los hábitos más saludables para nuestra piel, nos toca aprender a cuidarla y conocer los tips más esenciales que podemos aplicar.

El protector solar es un producto obligatorio que siempre debemos llevar en el bolso si vamos a exponernos al sol, aunque lo ideal sería evitar en lo posible exponer la cara a los rayos UVA, especialmente durante tiempos prolongados. De hecho, cada vez son más las bases de maquillaje que incluyen la protección contra los rayos solares y que podemos utilizar como producto alternativo si lo preferimos, aunque la protección, aplicada antes que cualquier otro producto, suele dar mayores garantías de mantener la piel intacta ante el impacto de los rayos UVA y UVB.

La limpieza facial es otra parte importante del proceso. Cada vez es algo más sencillo de hacer en casa. La base antes de cualquier limpieza facial es desmaquillarse adecuadamente antes de comenzar, un proceso que deberíamos hacer a diario ya que mantener el maquillaje por la noche puede ser perjudicial para la piel.

Los limpiadores faciales eléctricos se están convirtiendo en tendencia y son cada día más asequibles y con innumerables mejoras, pero si queremos hacerlo de una forma más tradicional, podemos empezar con limpiar el rostro con agua y jabón para después hidratar y nutrir la piel con la crema que sea más adecuada para nosotras. Exfoliar y quitar los puntos negros con ayuda de una mascarilla es el siguiente paso a seguir. Para cerrar los poros después de esta rutina, es esencial utilizar un tónico. Por último, siempre se recomienda terminar las rutinas de cuidado de la piel con una crema nutritiva, que se quedará actuando durante la noche y nos hará amanecer sintiendo nuestra piel mucho mejor, más suave y preparada para afrontar nuevamente la rutina de maquillaje de cada día.

Hay que prestar especial atención a los ojos, donde más podemos sufrir las consecuencias de una falta de cuidado, con la aparición de bolsas, ojeras, líneas de expresión y arrugas. Es importante que nos hagamos con los productos adecuados si queremos evitar estos signos de la edad y mantener la zona lisa y con buen aspecto.

Respecto a las mascarillas, como cada uno de los pasos, dependen del tipo de piel que tengamos y de lo que necesitemos. Las mascarillas negras son cada vez más populares, especialmente entre las mujeres jóvenes, ya que eliminan bien los puntos negros y las imperfecciones. No obstante, también podemos optar por utilizar mascarillas caseras, de las que podemos encontrar cada vez más recetas en internet, aunque siempre debemos buscarlas para cada tipo de piel.

Los centros de estética como forma de complementar nuestra rutina

A lo largo del proceso de cuidado de nuestra piel, habrá imperfecciones que no seamos capaces de eliminar por nosotras mismas o pequeños detalles que nos gustaría cambiar. Es el momento de recurrir a centros de estética especializados.

Uno de los tratamientos más sonados es el del ácido hialurónico; este ácido es un componente que fabrica nuestro propio cuerpo y que mantiene la hidratación y la juventud de la piel. Se puede utilizar en el rostro, pero también en el pelo, y tiene muchas ventajas respecto a las operaciones estéticas, por ejemplo, que es más barato y que queda más natural, aunque debemos tener en cuenta que sus efectos son temporales.

Si lo que nos provoca más inseguridades son las arrugas, la toxina butolínica, más conocida como botox, es el tratamiento estrella. Tras la inyección, la toxina butolínica impide ciertas señales nerviosas y, al no contraerse los músculos, la piel está más relajada y las arrugas desaparecen.

El peeling químico es otra de las soluciones para las arrugas y las manchas en la piel de la cara. Consiste en aplicar un químico que irrita la piel y provoca la exfoliación de las capas superiores de la misma, por lo que, al terminar el tratamiento, la piel que se muestra es más suave y más joven, y se han eliminado muchas de las imperfecciones. Se puede realizar a varios niveles, desde superficial hasta profundo.

Existen infinitas maneras de cuidar tu piel, lo único que necesitas es encontrar la que más se adapte a ti para poder comenzar.

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