La costumbre no siempre es uno de los pilares de todos los ámbitos. Por ejemplo, en cuanto al maquillaje, surgen nuevas necesidades que paliar debido a los nuevos ritmos de vida a los que estamos expuestos. Uno de ellos es el estrés y la falta de descanso. Estos factores quedan reflejados en las temidas ojeras. Muchas veces tendemos a simplemente aplicar el producto distribuyéndolo al son de la forma de estas bolsas, sin embargo, estamos equivocadas. A continuación, la forma correcta.
Textura. En primer lugar, debemos escoger correctamente el producto según nuestro tipo de piel, si tenemos una piel grasa será conveniente una crema o sérum que la deje respirar. Si no padecemos de este tipo de piel, tenemos más libertad.
Tonalidad. Una vez elegida la textura, iremos al tono. Por muy profunda que sea la ojera no existe relación directamente proporcional con el tono blanquecino del producto a utilizar. Es recomendable utilizar un tono similar a la base que solemos usar ya que creará sensación de uniformidad.
Aplicación. Como hemos mencionado, NO debemos arrastrar el producto por la bolsa ocular como si nos estuviéramos quitando rímel de la línea inferior. Esto nos llevará a desperdiciar gran parte de la crema o corrector. Esta es la forma correcta:
1) Se aplican pequeños toques dejando una línea de puntos en la zona a corregir
2) Se delimita un triángulo hasta el final de la nariz
3) Se extiende.
La razón de este sistema es tan básico como el reparto de luces y contornos. Si aplicamos el producto tan solo a la ojera quedarán partes diferenciadas y parecemos el típico mapache. Con este método obtenemos un resultado mucho más natural y efectivo. Nadie notará nuestro cansancio y no podremos formar parte del reparto de una película de zombis.
Fotos: Pinterest
En Modalia l Los mejores trucos de belleza antiresaca