¡Qué poquito queda para que llegue el verano! Pronto podremos comenzar a tomar esos granizados tan ricos y fresquitos, mojitos y cócteles de verano deliciosos, frutas sabrosas y refrescantes como la sandía, el melón y las cerezas. Pero nos sigue faltando algo. Sí, el protagonista del verano, ese que nos acompaña en nuestros días más calurosos, el que nos da un soplo de aire fresco y hace que hasta los paladares más exquisitos se derritan. Estamos hablando del dulce, fresco y delicioso helado.
El helado es el indispensable de todo congelador de casa en verano o el postre perfecto para digerir una comida veraniega en la playa. Pues bien, coge un trozo de papel y lápiz porque hoy en Modalia os vamos a enseñar a preparar una receta deliciosa de helados de chocolate cremoso casero.
Una delicia para los amantes del chocolate y de los helados en general. Además, en Modalia somos partidarias del consumo de helado durante todo el año, no solamente en verano, ya que el tomar helado en los meses de más frío nos ayudará a prevenir resfriados y enfermedades relacionadas con la garganta al tenerla acostumbrada a tomar alimentos en frío como el helado. Otro dato de lo más relevante es que al tomar helado, nuestro cuerpo segrega la hormona de la felicidad y del placer, lo que hace que al consumirlo estemos más felices, relajados y disfrutando de lo que estamos haciendo.
Pues sin más dilaciones, os dejamos con esta recta tan dulce, cremosa y especial de nuestro helado de chocolate casero.
Ingredientes:
355 ml de leche entera
2 cucharadas de maicena
315 ml de nata líquida
55 gramos de cacao en polvo sin azúcar
95 gramos de azúcar
Un poquito de sal
1 cucharada de extracto de vainilla
Pasos a seguir para su elaboración:
Primero comenzamos a mezclar la maicena con un poco de leche para conseguir que la harina se quede totalmente disuelta. A continuación, pon en un cazo todos los ingredientes excepto la vainilla y añadimos al cazo con todos los ingredientes la mezcla que hemos hecho antes de maicena y leche.
Ahora ponemos a calentar el cazo a fuego medio y removemos bien hasta que comience a hervir. Una vez que está hirviendo, echamos la vainilla y seguimos removiendo bien para mezclarlo todo y lo retiramos del fuego y a continuación, lo dejamos enfriar a temperatura ambiente.
Una vez que esté fría la crema, la batimos con una varilla o una batidora durante unos segundos para que disuelvan bien los grumitos y una costilla que le habrá salido a la crema de cuajarse. Cuando lo tengamos todo bien mezclado y sin grumitos, echamos la crema en las poleras en el recipiente que vayamos a usar y metemos al congelador durante unas 4 horas aproximadamente. Si pasadas estas horas veis que no están bien fríos y compactos, dejar los polos un par de horas más en el congelador.
El resultado será un postre o merienda deliciosa, refrescante y adictiva que no podremos dejar de comer.
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