¡Buenos días a todas y todos de buena parte de martes! Hoy en Modalia queríamos descubrir qué tiene de cierto el famoso mito sobre si hacer deporte en ayunas adelgaza más que practicar deporte una vez que hemos comido. Muchas son las ocasiones que nos hemos parado a pensar si esto será cierto o no, pero hoy queridos lectores, vamos a intentar darle un poquito de luz a este tema para descubrir qué ventajas tiene entrenar en ayunas y cuáles son sus desventajas. ¿Estáis listos? ¡Pues comenzamos!
Antes de nada, hay que tener muy en cuenta que cada cuerpo y cada persona son totalmente diferente. Lo que a ti te puede funcionar, a otra persona es impensable que pueda practicar ese deporte o comer como tú. Por ello es muy importante conocer las necesidades de nuestro cuerpo y cuáles son nuestros límites para que, una vez sepamos cuales son nuestros objetivos y hasta donde podemos llegar, comenzar con un tipo de entrenamiento y hábitos u otros.
Para empezar con este controvertido dilema, vamos a comenzar hablándoos de las ventajas que tiene entrenar sin haber comido nada, es decir, en ayunas al levantarnos por la mañana.
Si tu objetivo principal de practicar ejercicio es la pérdida de peso, este método favorece la quema de grasa ya que al no tener azúcares ni reservas de energía en el cuerpo, tu metabolismo cogerá tus reservas de grasa como fuente de energía mientras practicas ejercicio. Pero cuidado, esta práctica es un arma de doble filo ya que al practicar cardio sin haber comido antes, una vez que hayamos acabado nuestro entrenamiento nuestro cuerpo nos pedirá comer más para recuperar esa energía gastada.
Gracias a entrenar en ayunas consigues una mayor tolerancia a la glucosa, por lo que evitaremos enfermedades como la diabetes o la obesidad y además también favorece a frenar el envejecimiento muscular.
Ahora vamos con las desventajas de practicar deporte o entrenar en ayunas, que también tiene sus puntos negativos.
Entrenar de forma abusiva y excesiva sin haber desayunado previamente puede producir serios problemas en tu salud. Si sometemos nuestro cuerpo a altas cargas de ejercicio sin apenas tener glucosa en el cuerpo ni energía, la hormona del estrés puede aumentar bastante, afectando así a nuestro sistema inmunológico y sobre todo al digestivo.
Otra de las grandes desventajas es la dificultad de muchas personas a la práctica de deporte sin haber desayunado antes, ya que estas pueden sufrir mareos fuertes al no tener a penas energía en el cuerpo.
Por tanto, llegamos a la conclusión de que no todos estamos hechos para practicar este tipo de entrenamiento en ayunas y si lo practicamos, siempre debe ser con cabeza y responsabilidad, sin forzar al cuerpo demasiado.
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