La casa italiana Versace ha comenzado un nuevo capítulo en la historia de la moda, en el cual Donatella Versace aseguró que permanecerá italiana y fiel a su identidad. Luego de haber sido comprada por el conglomerado estadounidense Capri Holdings, del diseñador y magnate Michael Kors por una suma que asciende los 2.1 billones de dólares.
El avance de otoño tuvo lugar en el edificio de la bolsa de Nueva York, situado en pleno centro financiero de Manhattan, donde las modelos desfilaban alrededor de una enorme escultura dorada de una mano portando una antorcha, una reproducción del estandarte neoyorquino por excelencia, la Estatua de la Libertad.
Por primera vez, Versace se ha presentado en la ciudad de Nueva York, y para este histórico suceso, Donatella Versace, ha recurrido una vez más a la fórmula que le ha dado buenos resultados antes: retomar los archivos de la firma para así disparar el factor de nostalgia de los 90s que se ha convertido en una bomba comercial actualmente.
Primero, revivió el recordado vestido negro que su hermano Gianni presentó en París para la temporada primavera/verano 1994; en aquel entonces fue llevado por su musa, Naomi Campbell, y ahora fue lucido por la supermodelo sudafricana Candice Swanepoel.
El desfile fue abierto por la modelo Kaia Gerber llevando un impactante look que conjugó delicada seda fluida, con una chaquetas de charol y un top de lana. Este fue el juego de texturas predominante en la primera parte de esta colección. Asi como tambien, diseños barrocos en negro y dorado, para combinarlo con detalles jóvenes y urbanos.
El animal print está de regreso y más fuerte que nunca, pero Donatella nos ha confirmado que el elegido está temporada no es ni el leopardo, ni el pitón; que el indicado para las próximas temporadas, definitivamente será el animal print de cebra.
Se vieron más corazones en camisetas con el conocido logotipo “I love NY“, al que la firma italiana dio un toque personal imprimiéndolo sobre uno de sus dorados medallones de medusa.
Los voluminosos y llamativos complementos dorados, como grandes horquillas y pendientes decorados con los clásicos medallones de medusa de Versace, fueron uno de los protagonistas de la colección, que lucieron modelos de la talla de Gigi Hadid, Kaia Gerber, Hailey Baldwin o Amber Valletta.
Además de los clásicos prints barrocos de la firma, en esta ocasión se han integrado nuevos patrones intrincados y de apariencia brillante, que contrastan sobre abrigos y con accesorios invernales de tejido de punto.
Donatella nos demostró que realmente busco en los archivos históricos de la casa, pues hizo referencia a un print de corazones multicolor que fue presentado para la temporada primavera/verano 1997, el penúltimo desfile antes del asesinato de Gianni Versace.
Pero si esto fuera poco, el desfile fue cerrado por la modelo Amber Valetta llevando una reinterpretación en el print multicolor de corazones, del revelador “Jungle Dress” que Jennifer López osadamente lució para la entrega de los premios Grammy del año 2000.
Entre las caras conocidas estaban la directora creativa de la edición estadounidense de Vogue, Anna Wintour, la celebridad Kim Kardashian y su marido, Kanye West, además de la cantante Ciara, los raperos 2 Chainz y 21 Savage y el modisto Alexander Wang.
Pese a la venta de Versace, está previsto que Donatella continúe siendo la directora creativa de la firma italiana, además de una de las accionistas de la empresa.
“La vida me ha enseñado que no hay que mirar atrás, solo andar hacia delante. Y andar hacia delante, actualmente, para una marca como Versace, quiere decir tener una plataforma global. Solo el nuevo grupo podía proporcionar esa plataforma”, aseguró entonces Donatella Versace.
Una vez más, Donatella le ha rendido tributo al inolvidable genio y legado de su hermano Gianni, y lo ha hecho a lo grande, como sólo un verdadero Versace lo podía hacer.
Fotos: Shutterstock / EFE
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