Juan Vidal abría la cuarta jornada de Mercedes-Benz Fashion Week Madrid por todo lo alto. El diseñador presenta su colección primavera-verano 2016, bañando cada prenda con una inquietante y enérgica inspiración: una playa desolada en una jungla de asfalto y alcohol.
Hiroko, nombre adquirido por este trabajo, sella las nuevas propuestas del modisto alicantino. Para la próxima temporada no van a faltar los estampados, los tejidos semitransparentes y las texturas metalizadas. Novedades que toman como punto de partida la influencia japonesa.
El ganador de un Premio ‘L’Oreal a la mejor colección presenta a una mujer adictiva, joven, aromática…Aspectos que ha revelado la pasarela madrileña durante esta mañana con looks que desprenden aires de lolita yuxtapuestos con rasgos de Femme Fatale.
Los prints de naturaleza exótica conviven con vestidos súper femeninos y asimetrías fluidas. Diseños que aportan frescura y ligereza a partes iguales, demostrando que las piezas deshabillé, las sedas elásticas con volantes, el mikado o el crepe pueden convertirse en una apuesta frágil e incluso erótica.
Los patrones y confecciones adquieren cierta complejidad, rescatando algunos elementos de la gráfica publicitaria asiática. Un claro ejemplo es el lirio, que toma protagonismo como composición floral, un elemento tradicional Ikebana que se compone de factores naturales y técnicas artísticas.
Los vestidos dejan ver las piezas de baño que, por primera vez, presenta Juan Vidal. Estos conjuntos de dos piezas toman como referencia la estética de los años 30-40 y que ha sido elaborada en colaboración con la firma Pale.
Juan Vidal toma como referencia a las bañistas de Gauguin e Hiroko Matsumoto, la primera modelo oriental que desfiló durante los años 60 en la moda parisina. Una mezcla entre lo bohemio y lo oriental que se plasma en prendas teñidas d tonalidades tan diversas como el coral, el verde, el blanco, el mostaza o el púrpura.
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