Un año más la feria de Sevilla o la feria de abril termina su pasarela más real. Tras una semana de arreglarse durante una o dos horas hasta que todo este perfecto en el look flamenco, la feria nos deja hasta arriba de recuerdos y anécdotas. El verde agua, el morado, el beige, el negro, el amarillo y el buganvilla han sido los colores de este año, sin restar el burdeos que lleva un par de años en el top de tonalidades de feria.
Este año la moda más flamenca se ha visto reñida en varias tendencias. Sin desechar los clásicos, han florecido muchos estilos de flamenca diferentes. Empezando por arriba las flores se multiplican, ya no sólo se lleva una flor, ya desde el año pasado se llevan varias flores adornando el tocado. Este año, más asentada esta tendencia, se han visto flores más bonitas que el anterior. Ramilletes de flores mezcladas entre sí o varias flores individuales ocupando gran parte de la cabeza, han sido las opciones. Sin descartar nunca lucir una sola flor, cada año más grande.
El recogido, porque un traje luce mucho más con el pelo recogido, se lleva bajo. Moños trenzados, enrollados y ondulados. La clásica cola de caballo o una trenza recorriendo la espalda. Con alguna peineta o peinecillos y la flor bien alta, son sin duda las tendencias de este año.
Los mantoncillos. Hay quién prescinde de ellos a cambio de nada, a gustos los colores, pero como queda un mantoncillo con flecos adornando un traje no es comparable a llevar este viudo. Adornan, favorecen a la cara, completan el traje y le dan el aire flamenco que necesita, los flecos son necesarios. Este año los reyes han sido los de terciopelo, crochet y estampados. El plumeti y el encaje muy presentes en muchos trajes.
El traje canastero sigue estando entre los primeros, un gran volante dando la sensación de varios mediante costuras y pasamanería. Las mangas siguen siendo desde el codo en adelante, el traje sin mangas ha quedado olvidado entre tanto volante cubriendo medio brazo. Los talles siguen siendo bajos aunque el canastero acepta una buena subida hasta debajo de la cadera. A pesar de esta tendencia los volantes son el traje de flamenca por excelencia, tres o cuatro volantes en la falda y uno o dos en las mangas siempre forman parte del armario más sevillano.
Los escotes se llevan tanto por delante como por detrás, los mantoncillos vienen muy largos para rodear tanta abertura. Con broche en el pecho y broche a mitad de la espalda se sujetan luciéndose al bailar en esta feria de las vanidades.
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