Los cánones actuales de belleza exigen a mujeres, y cada vez a más hombres, que pasen periódicamente una especie de sacrificio ritual: la depilación. Para hacerlo menos cruento, cada día aparecen nuevas maneras de eliminar el vello que no siempre están exentas de efectos secundarios. No todas las pieles toleran cualquier método, eso debemos tenerlo claro.
Las cremas depilatorias pueden ocasionar irritaciones y alergias, sobre todo en zonas sensibles como ingles y pubis.
El láser, además de ser costoso y no siempre definitivo, puede conllevar quemaduras y manchas.
Las cuchillas se gastan enseguida y pueden cortar e irritar.
Las ceras calientes, además de quemaduras, pueden provocar problemas venosos.
Y las bandas de cera fría pueden llegar a arrancar la capa más superficial de pieles muy sensibles.
Alternativas a la depilación con cera
Por fortuna existen opciones naturales igual de eficaces y más amables, algunas usadas desde hace siglos.
Una “cera” de azúcar
El método más tradicional, que en Oriente se conoce como halawa y ha renacido internacionalmente con el nombre de sugaring, consiste en aplicar una pasta a base de azúcar y zumo de limón, sin ningún componente químico sintético.
Parece tener su origen en la costumbre impuesta por normas islámicas de depilarse regularmente axilas y zonas íntimas. La pasta se aplica de manera similar a la cera caliente, pero es menos dolorosa, provoca menos infecciones y es más sencilla de limpiar.
Es adecuada para todas las regiones corporales y tanto para hombres como mujeres. Sobre la piel seca o ligeramente empolvada con talco se unta un poco de pasta y se cubre con una tira de tela, se aprieta y se tira en sentido contrario al del crecimiento del vello. También se puede hacer sin la tela. Los restos se lavan con agua y luego se hidrata la piel. Las tiras se pueden lavar y reutilizar.
Extra: prepara en casa tu “sugar”
Disuelve dos tazas de azúcar en el zumo de un limón a fuego medio, removiendo con una cuchara de palo. En cuanto hierva, baja el fuego y deja que espese y se dore suavemente. Retíralo y déjalo enfriar antes de aplicar.
Threading: la técnica india del hilo
La depilación con hilo de algodón ecológico (threading) también es un método milenario, procedente de la India y Oriente Medio, donde se empleaba para embellecer el rostro de las novias antes de la boda.
Es sencilla: se toma un hilo, se enrolla con una técnica determinada y se atrapan tanto el pelo como su raíz sin realizar ningún tirón. Requiere un aprendizaje y cierta soltura, pero cada vez se ofrece en más centros de estética. Se suele emplear para eliminar vello facial, sobre todo cejas, labios, mentón y frente.
Es menos doloroso que los métodos tradicionales y aplicado por manos expertas la sesión puede durar solo diez minutos.
Depilación con guantes
Menos conocida es la depilación con guante de microcristales de silicio. Se pasa una manopla o similar circularmente por la piel para realizar una suave exfoliación que elimina células muertas y también el vello corto.
Es un método indoloro que debilita el vello gradualmente. Solo hay que evitar aplicar demasiada fuerza para no irritar la piel. Tampoco se debe emplear sobre la piel húmeda. Por otra parte, el guante no es eterno: se gasta con el uso.
Con cuchilla y sin sufrir
Finalmente, aquellas personas que no desean sufrir y no renuncian a la tradicional cuchilla, pueden recurrir a cremas y espumas de afeitado elaboradas con ingredientes naturales.
“El leer hace completo al hombre, el hablar lo hace expeditivo, el escribir lo hace exacto.” Sir Francis Bacon.
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