Los tatuajes son una de las tendencias estéticas de moda que, reconozcámoslo, es un aporte de personalidad muy impactante y es algo que aumenta nuestro atractivo si hacemos una elección correcta y de manos de un buen profesional. Si estás pensando en sumarte a la moda y tienes en mente hacerte tu primer tatuaje, primer debes saber ciertas cosas para que no termines arrepintiéndote de ello ya que, aunque un tatuaje puede borrarse, no es un remedio que esté al alcance de todos los bolsillos… ni de todos los nervios.
1. Elige y medita MUY BIEN qué vas a tatuarte. El primer consejo siempre es el más obvio, pero también suele ser el más ignorado. Hacerse un tatuaje es algo que, en un momento dado, puede aparecer entre nuestros deseos por un impulso y es algo que debemos combatir con toda nuestra voluntad. Un tatuaje, como hemos dicho anteriormente, es algo muy personal y expresivo que dice una gran cantidad de cosas sobre tí de forma indirecta, y algo de muy difícil solución si queremos rectificar posteriormente. Tómate tu tiempo (días, semanas, meses, lo que sea necesario) para pensar y meditar adecuadamente lo que deseas. Consulta previamente con familiares, amigos, investiga, habla con dibujantes y diseñadores previamente (si quieres algún tatuaje más ilustrativo). En definitiva, que te lo pienses, y mucho.
2. Busca un buen profesional. No son pocos los casos de buenas ideas que han acabado siendo ridículas por ser ejecutadas por manos no cualificadas. El tatuar es un arte precioso pero muy complicado y en el que el margen de error es mínimo, por lo que no se trata de algo que debamos poner como responsabilidad a cualquiera. Sabemos que es algo que normalmente es caro y a todos nos gusta obtener lo mismo por unos cuantos euros menos, pero como consejo y en la medida de lo posible, deberíamos evitar los clasicos “tengo un amigo que está empezando…”, “pues yo conozco a un colega que lo hace barato…”, etc. Busca un buen tatuador o salón, que tenga reputación y buenas opiniones (aunque nos cobre algo más), y sé exigente. Al fin y al cabo, el orgullo o el ridículo lo pagarás y lo llevarás tú.
3. Tatuarse… duele. El proceso de tatuaje es algo que, para qué mentir, duele. Y según la zona del cuerpo, puede ser un dolor asequible o insoportable (los tatuajes en las costillas, pecho o pies suelen ser muy dolorosos) y que dependiendo de su complejidad, puede durar muchas horas. Antes de tatuarte, ve a hablar con el profesional e informate un poco del proceso y sobre qué recomendaciones te da para poder aguantar el tirón. Comer algo antes de la sesión es aconsejable puesto que el dolor se reduce un poco, y también se recomienda no beber o consumir drogas previamente, puesto que alteran la circulación de la sangre y puede modificar el resultado final para mal.
4. Cuida la zona tatuada a posteriori. Tras haber pasado por el proceso de tatuado, debes saber que no se terminó el trabajo, al menos no tu parte. La zona tatuada requiere de unos cuidados posteriores necesarios para que el tatuaje luzca bien y se asiente en nuestro cuerpo. Usa agua templada, jabones neutros sin perfumar y cremas (las agujas de tatuado perforan la piel y como tal, son heridas que necesitan cicatrizar). La mejor opción siempre es preguntar al tatuador por sus recomendaciones.
Fotografías: maquinasparatatuar, batanga
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