Si ves a un tipo asomado a un puente a punto de lanzar un flamante Samsung Galaxy S6 por la barandilla, no le implores que le perdone la vida a su pobre smartphone, ni le sugieras que tu hogar y tus enchufes lo acogerían con altruismo y amor. Probablemente sea una víctima de la nueva moda que está arrasando las redes sociales: el “extreme phone pinching”. Ahora, ¿te imaginas qué risas si viene un amigo y le saluda con unos manotazos en la espalda?
(Imagen: Twitter – RareDenver)
Coger el teléfono móvil sólo con el índice y el pulgar, y sostenerlo en vilo sobre un destino fatal. Un retrete, un río, el Gran Cañón del Colorado, el barreño de nitrógeno líquido de Top Chef… Y hacer que alguien te saque una foto mientras coqueteas con la destrucción de unos cuantos cientos de euros. #ExtremePhonePinching, queridos amigos. Sólo falta que alguien lo haga poniendo morritos “duckface”. ¿Dónde está esa madre blandiendo una zapatilla cuando se la necesita?
La moda fue pergeñada este verano por el dúo de pop Twenty One Pilots, a quienes por lo visto les sobran los iPhones, y hacen estas barbaridades en lugar de mandárselos a los proletarios necesitados como yo. Internet y el ansia de “likes” en Instagram se encargaron del resto. Está bien buscar emociones y paladear el hormigueo de la adrenalina de vez en cuando, pero ya me dirás tú la carita que se le puede quedar a esta mujer si el barco rebota contra una ola un poco más fuerte de la cuenta.
(Imagen: Instagram – pinkcliquemom)
Subirse al carro de una moda en búsqueda de aceptación social no es algo exclusivo de la era digital. La nobleza del siglo XV tenía la firme creencia de que el polvo de momia egipcia tenía poderes curativos y afrodisíacos. Cuando Napoleón hizo una visita a Egipto, el furor por la mitología y los misterios egipcios se propagó por la aristocracia europea de la época, y todos los ricos se pusieron a tragar momia machacada como locos. Sin necesidad de Internet ni de televisión.
(Imagen: Twitter – wellbelove)
Así que imagínate lo que se puede conseguir en una época en la que si no tienes Facebook, te miran con suspicacia e incluso con asco. ¿Recuerdas los mails en cadena? No es necesario hacer mucha memoria, aún no han desaparecido del todo. Mensajes embrujados que auguran todo tipo de desgracias si no se los mandas a todo el mundo incluido tu gato, presentaciones empalagosas de Powerpoint que prometen eliminar tus arrugas y que te toque la Primitiva si las reenvías… Lo que antes era candorosa ingenuidad, hoy es una mezcla de desafío, ostentación, ganas de divertirse y bastante postureo. Un famoso se vierte encima agua helada con ánimo de concienciar y recaudar fondos para la esclerosis lateral amiotrófica (ELA), y al día siguiente medio planeta se está tirando cubos de agua. ¿Y el donativo? Uy, pues, esteeee… ya mañana si eso.
Seguro que has sido objetivo de alguna “nominación”, como la del “legado de Tibu”. Alguien tiene la feliz idea de bañarse en las gélidas aguas de un río, grabarlo en vídeo y señalar a un puñado de personas para que hagan lo mismo. Si no lo hacen, tendrán que pagarle una mariscada. Ya puestos, que pidan un crucero por el Báltico. ¡Se van a quedar esperando igual…! ¿Te suena el reto de la canela? Ponte delante de la cámara y trágate una cucharada de canela en polvo… si puedes. O la NekNomination, es decir, desafiar a tus contactos a grabarse mientras toman una bebida alcohólica lo más rápido que puedan. Casi mejor recibir un mail en cadena, porque hay gente que ha quedado seriamente perjudicada con estas cosas.
Las modas virales de las redes sociales se apoyan en nuestros deseos de mostrarnos al mundo. Hay gente que se sube a lo más alto de una estructura sin protección alguna, y se echa la pertinente foto bajo el lema #skywalking. Otros posan desnudos como si fuesen un pollo congelado. No en vano, la tendencia se llama #FrozenChook. Y ahora la cosa está en coger el móvil con dos dedos en frágil equilibrio sobre una trituradora de madera. ¿Cuándo va a proliferar una moda útil? Qué sé yo, grabarse pasando la mopa, ordenando el trastero, montando muebles de Ikea…
(Imagen: Instagram – Raskalov)
(Imagen: Facebook – Frozenchook)
Como decía mi abuela en su infinita sabiduría, “¡pocas desgracias pasan, viendo cómo está el patio!”. ¿Y tú? ¿Te has dejado llevar por la viralidad?
En Modalia | ¿Has comprado algo, lo has usado y luego lo has devuelto? Estás haciendo “wardrobing”