El insomnio se ha convertido en un problema que afecta a muchas personas y les impide hacer una rutina diaria normal. Los trastornos de sueño son algo realmente grave, ya que el no descansar bien hace que seamos muy propensos a fallos y a no rendir adecuadamente en cualquier campo. En ocasiones se debe simplemente a un cambio de horarios por las vacaciones o los hábitos nocturnos, pero otras muchas se deben a factores no tan superficiales. Si tienes problemas para conciliar el sueño, te aconsejamos probar estos métodos.
1. Reducir el consumo de cafeína. Las bebidas que contienen cafeína, las energéticas, cafés y tés hacen que nos sea mucho más difícil el poder dormir, ya que tienen efectos estimulantes que permanecen muchas horas en nuestro cuerpo por lo que cuanto mayor es su consumo, mayor es su acumulación. Si por algún motivo necesitamos consumir alguna de ellas, intenta evitar que sea en horario muy próximo a la hora de dormir.
2. Evitar el ejercicio a horas cercanas a las de ir a dormir. A pesar de que el ejercicio provoca cansancio y eso nos hace dormir mejor, el practicarlo por la noche con muy poco margen a nuestra hora de acostarnos se vuelve contraproducente, ya que el deporte genera endorfinas que impiden conciliar el sueño pronto. Hay que intentar que haya varias horas de margen.
3. Acondicionar el dormitorio. El dormitorio es el espacio por excelencia para el descanso y el sueño, y por lo tanto debe proporcionar un ambiente adecuado. Lo ideal es no tener aparatos electrónicos en él como equipos de música, televisores, ordenadores, smartphones y poseer una intensidad de luz adecuada para que nadie perturbe nuestro sueño. También es aconsejable mantener una temperatura adecuada en él, dejando el aire acondicionado o la calefacción unos minutos antes de acostarnos. Y por supuesto, no debemos destinar el dormitorio como lugar de trabajo u ocio, ya que debemos establecer mentalmente que el dormitorio es para dormir.
4. Establecer rutinas. El mejor modo de establecer facilidades para el sueño es la de acostumbrar a nuestro cuerpo a una rutina. Intentar acostarse y levantarse todos los días a la misma hora, recurrir a duchas antes de dormir, cenar ligero…
Fotografías: mejorconsalud, dingox
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