A todos nos ha pasado alguna vez que hemos comprado un cosmético y nos ha ido fatal, pero no hemos querido deshacernos completamente de él porque sería dinero y recursos tirados a la basura. Por eso hoy os ayudaremos a reciclar esos productos siguiendo unos sencillos trucos.
Crema hidratante para otro tipo de piel
Seguramente os habrá ocurrido alguna vez que habéis comprado una crema para el rostro que no era para vuestro tipo de piel. Pero no os preocupéis que nosotros os contamos como darle una nueva vida.
Si la crema que habéis comprado os resulta demasiado grasa para vuestra cara, podéis usarla como crema corporal en las partes que normalmente descuidamos como las manos o el cuello.
Acondicionador muy graso
Otra situación que puede ocurrir, sobre todo para personas con pelo graso es que algún acondicionador que compréis deje el pelo demasiado aceitoso y pesado. Antes de tirarlo o dárselo a otra persona, podéis usarlo como gel para afeitaros en la ducha.
Exfoliante muy agresivo para la piel
SI por lo contrario tenéis un exfoliante químico que resulta muy agresivo para vuestro rostro, una alternativa es usarlo en el cuerpo. En un principio algunos activos como el retinol puede irritar la piel, pero lo ideal sería ir construyendo una tolerancia hacia ese producto poco a poco, comenzando con un par de veces por semana hasta ir subiendo poco a poco.
Algunas zonas que acumulan exceso de piel muerta como los codos o las rodillas, pueden servir para lo que os contamos. Solo tenéis que empapar un algodón con el líquido y pasarlo por la zona que deseéis.
Limpiador irritante
Algo que sucede muy a menudo es que compramos un limpiador de rostro y nos irrita los ojos. Mucho cuidado con estos productos porque usándolos prolongadamente puede hacer daños en ellos. Así que para darle una nueva vida, pueden ser usados como un limpiador de cuerpo (algunos incluso se ofertan para ser usados también de esa forma).
Si por el contrario contáis con un limpiar de base acuosa podéis usarlo como quitamanchas para la ropa. Pero si os parece muy agresivo podéis usarlo por ejemplo en manchas de los trapos de cocina o las manchas de maquillaje de las toallas.
Base de maquillaje de otro color
Al menos una vez en la vida hemos comprado una base que no era de nuestro color y ya no sabemos cómo usarla. Bueno pues una salida que le podemos dar es usarla como una especie de bronceado falso para el cuerpo. Después del invierno tenemos sobre todo las piernas blancas, pues mezclando esa base con un poco de hidrante podemos aplicarla en esa zona y por lo menos ganamos tiempo antes de ponernos al sol y coger color por si solas.
Aun así sabemos que a veces será imposible reutilizar un producto, y para ello debemos saber cuándo si hay que tirar un producto.
Nunca regaléis un producto a nadie si ese producto ha estado en contacto directo con vuestra piel, por ejemplo botes donde hayáis metido la mano pero no hay problema con un champú o acondicionador.
Por el contrario, siempre hay que deshacerse de un producto que esté caducado o haya cambiado de color, textura u olor. Hay que tener en cuenta el tiempo de vida de cada producto, una máscara de pestañas suele durar unos cuatro meses y nuca se debe compartir con nadie, haya pandemia o no.
Y como el saber no ocupa lugar, os dejamos los cosméticos más peligrosos y tóxicos para tu piel. Cuidado con lo que ponemos en nuestro rostro.
“El leer hace completo al hombre, el hablar lo hace expeditivo, el escribir lo hace exacto.” Sir Francis Bacon.
Libros, fotografía y viajes como estilo de vida. Murcia