Los veranos de nuestra infancia olían a protector solar, cloro, sal, tela quemada y sí también a la combinación del extinto gel de ducha tamaño familiar del Mercadona “Frutas del mediterráneo” y al champú Deliplus de tapón rosa. ¿Por qué desaparecieron de las estanterías y se fragmentaron en un montón de tipos y tamaños diferentes?
Hasta hace relativamente poco nos dejábamos seducir por el formato ahorro que con un solo bote pasaba toda la familia por la ducha, luego las madres lo disociaban con un poquito de agua y con suerte te duraba el mismo producto desde agosto hasta las uvas. Ellas le daban más importancia a las ofertas de turno y al olor, sin embargo, las nuevas generaciones se detienen más a examinar su composición y la idoneidad para elegir el gel según el tipo de piel.
En este siglo gobernado por el culto al cuerpo y el creciente interés de los consumidores por productos que priorizan la salud dermatológica, el mercado no para de lanzar nuevas gamas de gel de baño para las diferentes patologías y tipos de piel. España es el país occidental que más se ducha diariamente, los que se decantan más por productos naturales eco friendly y de los más concienciados en el consumo de agua y todo ello se ve reflejado en la industria, porque el gel de baño es el producto cosmético de uso frecuente por el que las empresas invierten.
Evoluciona y se personaliza a una velocidad vertiginosa, gracias a la concienciación sobre la salud de la piel y al furor de las aplicaciones como Yuka, que analiza los componentes de las etiquetas de tus productos cosméticos para evaluar su calidad, el gel de baño se ha igualado en interés al mismo nivel que otros productos de skincare.
Lo más importante es elegir limpiadores corporales del tipo syndet, es decir, sin detergentes, porque el abuso de jabones puede “remover el manto lipídico de la piel”. También la importancia de respetar el PH de la piel con geles de baño neutros (7) o entre 5,5 y 6. Y para las pieles especialmente sensibles, mejor decantarse por opciones sin perfume o hipoalergénicos para minimizar el riesgo de alergia.
Mi madre sabía que me dedicaría a escribir porque desde pequeña lo hacía hasta en los armarios. De moral firme. Elegí periodismo porque quería saber de todo, ejerzo como camarera y aprendo de todos. Culo inquieto, esponja y campurriana, como las galletas. Me hicieron bajita para amar los tacones. Fiel defensora de la moda con conciencia medioambiental.