Todo comenzó en 1915 como una tradición que ha pasado de padre a hijo y nieta. Como ellos mismos afirman, dos miradas y un mismo punto de partida. Xavier del Cerro y Andrea unen sus experiencias, vivencias y sensibilidades en cada una de sus piezas.
“El diseño italiano ha sido siempre una referencia para nosostros. Su exuberancia, sus materiales y su riesgo definen a la perfección a la mujer italiana. Tomo mi inspiración de la calle, del street style. La belleza femenina está en todas partes”, afirman Xavier del Cerro y Andrea, padre e hija.
Ambos siguen el legado de cuatro generaciones de joyeros. La evolución de cada pieza es indiscutible, pero siempre manteniendo la magia de la tradición que surgió en un taller del casco antiguo de Barcelona. Todas las joyas están hechas a mano y cada una se diseña y fabrica hasta alcanzar la máxima belleza.
“El objetivo de todas nuestras colecciones es común: hacer sentir guapa a la mujer en cualquier situación. Cada mujer es distinta y necesita sentirse especial en ocasiones y contextos diferentes. Por ello, las colecciones de Xavier del Cerro cubren un amplio espectro de momentos, situaciones y estados emocionales”, apuntan desde su página web.
Los accesorios de Xavier del Cerro son para toda la vida y pasan de generación en generación. Nunca hacen dos veces la misma pieza, por eso trabajan constantemente en la evolución de sus joyas y sus nuevas colecciones demostrando que las últimas tendencias impregnan cada elemento.
Belleza, exclusividad, calidad, artesanía…Las coloridas colecciones de Xavier del Cerro lo tienen todo. Ahora que se acerca el Día de la Madre, ¿por qué no apostar por una de estas irrepetibles joyas?
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