Hay muchas leyendas sobre los frutos secos. Unas dicen que son malos y que engordan y otras sin embargo dicen que son sanos y que deben introducirse en nuestra dieta diaria. ¿Y nosotras que pensamos?
Los frutos secos son importantísimos en nuestra alimentación pues nos aportan muchas vitaminas y propiedades que otros alimentos no nos dan. Nutricionistas y médicos señalan que en una dieta sana y equilibrada los frutos secos nos ayudan a mantener una nutrición completa y ¡sin aportar exceso de calorías!
La cantidad recomendada de frutos secos al día se suele decir que es un puñado. Podría decirse que es la cantidad perfecta. Además estudios han demostrado que el consumo de frutos secos disminuye las posibilidades de enfermedades cardiovasculares.
El catedrático de Nutrición de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de californiana de Loma Linda, en EEUU, ha constatado los beneficios notables que aportan los frutos secos a la salud, algo que lleva siendo estudiado más de dos décadas.
La energía que aporta un fruto seco masticable y con fibra hace que entre el 10 y el 20% de nuestra grasa nunca llegue a nuestra sangre.
Por ejemplo, las nueces son un fruto seco que se complementa perfectamente con la dieta mediterránea, al ser rico en ácidos poliinsaturados u omega 3 y en una dieta anglosajona en vez de nueces añaden pistachos, almendras y avellanas ya que poseen un aceite similar al aceite de oliva.
Otras de las investigaciones realizadas sobre los frutos secos han demostrado que su consumo disminuye el riesgo de infarto de miocardio. Además de disminuir el colesterol.
Que un solo alimento sea capaz de prevenir tantas enfermedades tiene que ser esencial en nuestra dieta, por lo que esa gente que piensa que los frutos secos son malos, que cambien su mentalidad y añadan este alimento a su dieta.
Fuentes: @frutos_secos / @frutos.secos
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