Cómo calmar el dolor de las hemorroides

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Las hemorroides son una condición frecuente que afecta a una gran proporción de la población global. Aunque pueden resultar incómodas y dolorosas, existen diversas estrategias para calmar el dolor de las hemorroides y tratar sus molestos síntomas, desde simples cambios en la dieta y el estilo de vida hasta intervenciones quirúrgicas más especializadas. Es importante conocer qué tipos de hemorroides existen y cuáles son los síntomas más comunes de cada una: puedes hacerlo en este enlace.

No todo dolor o molestia en la zona anal corresponde a hemorroides. Por ello, es crucial obtener un diagnóstico preciso que considere el tipo y grado de las hemorroides presentes. Los síntomas varían, desde una leve incomodidad hasta el dolor severo y el sangrado. Pero, hay una buena noticia: ya sean hemorroides internas o externas, existe la posibilidad de llevar a cabo un tratamiento indoloro.    

Diagnóstico: primer paso hacia un tratamiento sin dolor

Para determinar el tipo y grado de las hemorroides, los exámenes rectales, anales y la revisión de antecedentes clínicos son esenciales. En ocasiones, pruebas como la sigmoidoscopia o colonoscopia se realizan para descartar otras patologías del tracto gastrointestinal. Basándose en el diagnóstico, se determinará el tratamiento más efectivo para cada individuo. Aunque las hemorroides de grados III y IV podrían necesitar intervenciones más invasivas, las técnicas modernas minimizan las molestias durante estos procedimientos.

Tratamientos efectivos y sin dolor

Pueden adoptarse diversos enfoques para tratar las hemorroides dependiendo de su gravedad:

  • Estilo de vida: estos cambios en la dieta y las rutinas son fundamentales para prevenir y aliviar las hemorroides. Consumir más alimentos con fibra, hidratarse lo suficiente y reducir la ingesta de grasas y picante son acciones beneficiosas. También es crucial mantener una adecuada higiene en la zona anal, preferiblemente utilizando productos suaves y mejorar la circulación con ejercicio regular.
  • Tratamientos farmacológicos: las pomadas tópicas con ingredientes como ruscogenina y trimebutina ofrecen alivio al dolor y a la inflamación. Los analgésicos y antiinflamatorios orales, recomendados por un médico, también aportan beneficios.
  • Tratamientos instrumentales ambulatorios: estos procedimientos no requieren de hospitalización y son efectivos para tratar las hemorroides sin causar dolor. Algunos ejemplos incluyen la ligadura con banda elástica, inyección esclerosante y coagulación con láser.

A pesar de los avances en ciertos tratamientos, no todas las hemorroides pueden tratarse sin experimentar alguna molestia. En particular, las hemorroides de grados III y IV pueden requerir cirugías más invasivas. Aun así, las técnicas modernas de cirugía han reducido significativamente el dolor y el tiempo de recuperación.

Es importante ser consciente de que las hemorroides internas no suelen causar dolor a menos que se rompan o se prolapsen, es decir, se desplacen hacia el exterior del ano. Sin embargo, hay signos que pueden indicarte que una hemorroide interna ha estallado, como por ejemplo, el sangrado y el dolor.

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