Juan Vidal, premio L’Oréal a la mejor colección en MBFWMadrid enero 2020

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En la misma jornada de MBFWMadrid que Juan Vidal presentaba sus diseños, la pasarela (dentro de los Premios L’Oreal Paris) le entregó el Premio a la mejor colección.

Y no es de extrañar, una colección que invita a descubrir la delicadeza, la dulzura, la suavidad, el recuerdo, la infancia, la nostalgia y otros elementos simbólicos relacionados con la afeminidad como armas invisibles de doble cara capaces de acariciar, pero también capaces de rasgar.

El invierno 2020 de Juan Vidal escribe un romance en honor a Barbara Cartland, una mujer icónica dentro la literatura inglesa con más de 600 novelas publicadas en tono color rosa, contando historias llenas de belleza y amor que siempre gozan del confort de un final feliz.

El género favorito de Barbara se traducirá en su manera de vestir y vivir, siempre de rosa, contrasta con un carácter firme e impotente. Para Barbara la ropa es una extensión de sus libros “te hace sentir romántica, te proporciona emociones y son absolutamente esenciales para la mujer”. 

La teoría de Barbara de vestirse para el amor, comienza con el color.

una paleta de color evolutiva comienza con luminosos tonos vainilla en largos abrigos sastre, combinados con camisas de tafetán con cuellos caramelo. Avanza el color hacia los tonos toffee y tostados, donde cobra protagonismo un traje/short de edición limitada confeccionado con paños vintage reciclados de la sastrería familiar. el rubor es representado a través de los rosáceos y la inocencia se ve interrumpida por sonrojados granates. conforme avance la colección, se introducen los tonos chocolate, castaña, grises pardos y azules tenues, para acabar en un intenso negro seductor y salpicado de miles flechas de cupido en forma de lentejuela bordada a mano sobre organiza.

El oso de peluche es un elemento simbólico clave dentro de la colección de Juan Vidal, un fetiche de marcado carácter cultural y con cierta ambigüedad erótica que pulsa el deseo, un deseo sin límites que late con fuerza como un corazón estallando en la garganta. 

Los osos de peluche, su suavidad y los lazos que suelen adornar sus cuellos, detallan prendas, mostrando y atando infinidad de sentimientos contradictorios, enlazando la delgada línea que hay entre lo dulce y lo amargo.

Hoy día la suavidad y la delicadez son aspectos que la mujer ha dejado de lado y abandonado en el baúl del olvido por ser asociados a la debilidad y no poder.

La dulzura y la fragilidad son virtudes que conectan con la sensibilidad femenina, siendo sutilmente seductores por su flexibilidad fluida y calmada, que invita al disfruta desde la contemplación.

Acarician nuestras vidas, detienen el tiempo y sorprenden en un entorno donde asociamos “poder” a otros conceptos más visibles, por no por ello más fuertes.

 

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