Los quehaceres cotidianos pueden llegar a dificultarnos el cuidarnos como nos merecemos. Pero reservar un día para relajarse y dar con tranquilidad a la piel o el cabello los cuidados que necesitan no solo se nota por fuera sino que revitaliza y ayuda a sentirse mejor.
Por eso te proponemos 9 pasos para dedicar un día completo a la belleza. Además de seguir estos pasos se puede aprovechar para limpiar la piel también desde dentro optando por comidas ligeras y bebiendo agua e infusiones.
Untarse con aceite
La mejor forma de empezar un día dedicado a cuidarse es despertarse con la luz natural, sin prisas.
Después de desperezarse, se unta todo el cuerpo con aceite de sésamo templado al baño maría. Se empieza por el cuero cabelludo con un masaje suave, y se sigue por los pies hasta cubrir todo el cuerpo.
Así se purifica, nutre y tonifica la piel en profundidad y se previene el envejecimiento prematuro. Al acabar nos envolvemos en una toalla para no dejarlo todo manchado y que así el aceite vaya haciendo efecto.
Relajarse o meditar
En un ambiente tranquilo, se prepara todo para disfrutar de unos 30 minutos de relajación profunda o meditación.
Se puede aprovechar para practicar respiración tipo pranayama o simplemente tumbarnos en la postura del cuerpo muerto, la cual se llama savasana, e intentar mantener la mente sin aferrarse a los pensamientos. Ambos son muy conocidos dentro del mundo del Yoga.
Eliminar la piel muerta
Después de obtener la paz mental que necesitábamos pasamos a la ducha para una exfoliación corporal. La exfoliación elimina células muertas, tonifica la circulación y prepara la piel para recibir los nutrientes que necesita.
Se puede añadir sal o azúcar al gel o jabón diario, o usar una crema o gel exfoliante natural que no agreda la piel. Se frota con el preparado todo el cuerpo haciendo hincapié en las plantas de los pies, codos y rodillas, sin olvidar que en zonas sensibles como pecho o vientre la exfoliación ha de ser más ligera.
Los restos de exfoliante se eliminan con agua templada, se seca bien la piel y se aplica una crema nutritiva a base de manteca de karité, coco o cacao hasta que se absorba por completo.
Limpiar bien el rostro
A media mañana se puede realizar una limpieza profunda de la cara.
Se empieza con una exfoliación suave y, a continuación, se aplica una mascarilla adecuada al tipo de piel en la cara y cuello.
Una receta de mascarilla casera sencilla es mezclar una cucharada de levadura de cerveza con una de miel y otra de aceite de aguacate hasta obtener una pasta espesa que ayuda a revitalizar la piel seca. Se deja actuar media hora, y se retira con agua.
Masajear la cara
Para tonificar la piel, tras la aplicación y retirada de la mascarilla podemos continuar con un automasaje facial.
Primero se prepara el aceite que se va a usar:
Para piel normal usaremos 30 ml de aceite de aguacate con 10 gotas de aceite esencial de lavanda.
Para piel sensible 30 ml de aceite de germen de trigo con 10 gotas de aceite esencial de geranio.
Para piel seca utilizaremos 30 ml de aceite de argán y 10 gotas de esencia de incienso.
Primero se masajea el cuello con las palmas de abajo arriba, se pasa por el mentón y el borde de la mandíbula y se sube hasta las orejas. Con los índices se masajean las líneas de la risa hasta la base de la nariz y se sube hasta las sienes. Alrededor de los ojos se trazan círculos hacia fuera, y posterior a eso con la palma derecha se masajea la frente de izquierda a derecha y al revés. Se repite cada paso entre 4 y 6 veces.
Disfrutar de una buena siesta
Dedicar unos momentos de relax y descanso después de comer regenera y eso se refleja en la piel. Aprovecha esos momentos de paz para reponer fuerzas y volver con más energía al día siguiente.
Suavizar los pies
Los pies nos sustentan durante todo el día pero suelen recibir muy poca atención.
Después de la siesta se puede estimular la circulación sanguínea realizando un baño de pies de agua fría:
Se añaden unas gotas de aceite esencial de menta o romero al agua manteniendo los pies dentro por 20 minutos y después de secan cuidadosamente, insistiendo en la zona que queda entre los dedos. Con un masaje enérgico se aplica una crema específica para durezas o grietas.
Nutrir el cabello
Un buen día de belleza que se precie no puede dejar de lado el cuidado del pelo.
Se recomienda una mascarilla a fin de fortalecer el cuero cabelludo o nutrir bien las puntas que a menudo aparecen secas y abiertas.
Para el cabello seco se recomiendo usar aceite de argán. Mientras que para el cabello graso se puede preparar una mascarilla a base de arcilla e infusión de ortiga.
Se deja actuar la mascarilla durante media hora y después se lava bien el pelo con un jabón adecuado. El último aclarado se realiza con infusión de romero, que se frota por el cuero cabelludo para fortalecerlo.
Pero no debemos olvidarnos de cuidar el pelo aunque no sea en el día de belleza, nos necesita cada día y con un cuidado constante conseguirás el pelo que siempre has querido.
Un baño relajante
Antes de cenar se prepara el ambiente del baño con música suave y unas velas. Se llena la bañera de agua caliente y se añade infusión de manzanilla, sales de azahar y aceite esencial de lavanda para disfrutar de un baño relajante durante veinte minutos.
Después de cenar, para terminar con un día redondo, se puede aprovechar para olvidarse de todo con una buena lectura y una reconfortante infusión de melisa y azahar.
Nosotros os ofrecemos la idea y vosotros las ponéis en práctica, pero claro cada gusto es distinto y no tenéis por qué usar exactamente los aceites o infusiones que hemos mencionado. Es libre y cada cual puede escoger la que más le guste.
“El leer hace completo al hombre, el hablar lo hace expeditivo, el escribir lo hace exacto.” Sir Francis Bacon.
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