Aunque en la actualidad el mundo de la moda esté lleno de bellas y atractivas modelos, que nos deleitan sobre la pasarela y en las numeradas portadas de revistas en las que aparecen, no podemos olvidar que Gia Carangi fue la primera supermodelo de la década de los 80 que nos dejó un gran legado difícil de superar por las actuales modelos.
Esta joven modelo tuvo un trágico final, falleciendo a los 26 años de edad, en el año 1986 debido a una vida de excesos, entre los que destacan su adicción a las drogas, y también el sida, causa principal de su muerte.
Sin embargo, esta desenfrenada y alocada vida no impidió que Gia se convirtiera en la modelo más importante de su época, protagonizando las principales portadas de las revistas más importantes del mundo, y acaparando la atención, la curiosidad y el deseo de los diseñadores y fotógrafos de trabajar con ella y contemplar el gran placer y espectáculo que se producía cada vez que Gia posaba ante la cámara.
Su físico era muy distinto al prototipo estandarizado que en aquella época estaba establecido, de modelos rubias, con ojos azules y piel de porcelana. Sus ojos y pelo de color marrón rompió con todo lo establecido, y gracias a su agente Wilhelmina Cooper, consiguió en tan solo 6 meses convertirse en una de las modelos más cotizadas del mundo.
Con 18 años, ya protagonizó su primera portada en la prestigiosa revista Vogue, en la que con el famoso fotógrafo Chris von Wangenheim, apareció en su primer gran reportaje. En estas fotos de Gia tras una reja, la modelo y el fotógrafo realizaron su primer trabajo que incluía desnudos y fotografías tan espectaculares como estas:
Gia consiguió reunir y transmitir esa imagen de belleza absoluta, unida a una elegancia y sofisticación que a su vez proyecta una visión de status y clase, a la que hoy día se siguen recurriendo y proyectando en numerosas campañas publicitarias de las grandes firmas de la industria de la moda. En esta fotografía, por ejemplo, podemos ver esa elegancia y clase superior que consigue atraer todas las miradas:
Así mismo, la sensualidad era otra de las cualidades que convirtieron a Gia en la primera supermodelo estadounidense conocida de los años 80. En la revista Vogue, apareció en numerosas fotografías como esta, en la que la elegancia se mezclaba con una salvaje sensualidad:
Otra de las fotografías más famosas de Gia fueron las realizadas por el gran fotógrafo Helmut Newton, uno de los mejores y más prestigiosos dentro del mundo de la moda.
Igualmente, participó en campañas para Giorgio Armani o Versace, en un período, entre los años setenta y ochenta, cuando los diseñadores de moda se mostraron inflexibles a la hora de definir una estética que pudiera caracterizarlos y hacerlos reconocibles.
El éxito de esta supermodelo, se debe principalmente a que no interpretaba a ningún personaje, simplemente ella era misma escogiendo entre sus muchas personalidades la que mejor combinaba y transmitía el estilo de la firma que lucía. Por ello, aunque vivía rodeada de altibajos y desenfrenos, conseguía hacer que la ropa se viese como algo muy natural, se adaptaba a ella misma y se fusionaba con su personalidad. De esta forma, cada prenda que lucía conseguía atraer toda la atención e impulsar la atracción y el deseo de querer adquirirla y conseguir ese mismo estilo que ella transmitía.
Por todo ello, Gia Carangi se convirtió y sigue siendo una de las supermodelos más importantes en el mundo de la moda, cuyo legado, estilo, libertad, espontaneidad, sensualidad, y sobre todo su intensa mirada, son difíciles de superar, y que ha marcado, sin ninguna duda, los pasos a seguir de las siguientes modelos que han ido apareciendo.