Si ves a un tipo asomado a un puente a punto de lanzar un flamante Samsung Galaxy S6 por la barandilla, no le implores que le perdone la vida a su pobre smartphone, ni le sugieras que tu hogar y tus enchufes lo acogerían con altruismo y amor. Probablemente sea una víctima de la nueva moda que está arrasando las redes sociales: el “extreme phone pinching”. Ahora, ¿te imaginas qué risas si viene un amigo y le saluda con unos manotazos en la espalda?
