La modelo pretende que las compañías de tampones cambien los materiales con los que fabrican sus productos para garantizar una mayor seguridad a las mujers y nosotros, desde aquí, queremos apoyarla.
Muchas no somos o no éramos conscientes de que los tampones pueden provocar un trastorno poco frecuente provocado por una toxina bacteriana, llamado el síndrome del choque tóxico o TSS. Aunque no lo provoca únicamente el tampón, para que este lo provoque debes tener la bacteria presente en tu cuerpo, algo muy peligroso debido a que alrededor del 20% de la población general la tiene.
Esta enfermedad no es ninguna tontería, nos asustamos al escuchar la palabra cáncer pero con esto también deberíamos de llevar mucho cuidado porque tiene unas consecuencias fatales y en aquellas personas que sobreviven a ella puede reaparecer.
Sus síntomas principales son fiebres muy altas, presión sanguínea baja, malestar y confusión, que pueden llevarnos a estupor, al coma y a la disfunción orgánica múltiple. Con esto no queremos que os alarméis si os sentís cansadas pero sí que llevéis un cierto cuidado y un rutinario control médico.
Esta enfermedad se ha reducido en gran medida desde los años ochenta y son muy las mujeres que conocen el caso de alguien a quien le haya afectado, aun así hay casos y todas las mujeres estamos en riesgo de padecer esta infección.
Esto fue exactamente lo que le pasó a Lauren Wasser y hoy queremos apoyarla porque quizá solo conocemos su caso pero habrá muchos más incluso puede llegar a tocarnos de cerca y cuantas más medidas haya menos riesgo tendremos de contraer esta enfermedad.
Lauren empezó con esto un día en 2012 cuando llegó a casa sinti´ndose muy mal y cansada. Sólo tenía ganas de dormir por lo que se acostó, intentaron contactar con ella pero no respondía a las llamadas y una amiga suya la encontró acostada con 41 grados de fiebre, la trasladaron a urgencias y allí le diagnosticaron el TSS, diciéndole que había sido por el uso de tampones. 
La gravedad de la complicación de la infección bacteriana dio en el caso de Lauren lugar a gangrena, causando daños en varios dedos de sus manos y en su pie izquierdo, y obligando a los médicos a amputarle la pierna derecha bajo la rodilla para salvar su vida.
Lauren asegura que se cambió 3 veces de tampón aquel día, y se ha propuesto intentar que las compañías de tampones cambien los materiales con los que fabrican estos productos de higiene femenina por otros que puedan garantizar mayor seguridad para las mujeres.
La modelo asegura que quiere concienciar a las mujeres sobre los peligros del uso de tampones, pues sostiene que no está bien especificado en los prospectos pese a tratarse de un problema muy grave.
