En apenas una semana se celebrará la que será la boda del año de la industria textil española. Se trata de la ceremonia entre Marta Ortega, heredera de Gartler y Partler, y el jinete Sergio Álvarez Moya.
La hija de Amancio Ortega ultima los retoques finales para la celebración de la boda que será el próximo 18 de febrero. Entre ellos el vestido de novia, el gran protagonista, del que no todavía no sabemos como será.
Lo que sí sabemos, a través del grupo Inditex, es que el vestido de novia será un diseño de Zara y todo apuntaba que aprovechando tal lanzamiento, el imperio textil abriría mercado en el diseño nupcial. Pero la empresa se apresuró a desmentir tal intención, siempre abusando de la cuidada discreción a la que acostumbra a sus seguidores.
Marta Ortega lleva cuatro años aprendiendo el negocio familiar, comenzó como dependienta de un establecimiento de la línea Bershka en Londres y ya ha pasado por las sucursales de Shanghái, Francia o Inglaterra. Ahora la joven está asentada en Arteixo (A Coruña), donde reside y trabaja cada día, aprendiendo la gestión del imperio familiar, que crece entre 500 y 800 millones de euros al año.
La pequeña heredera y vicepresidenta de las sociedades patrimoniales Gartler y Partler es la única hija del segundo matrimonio de Ortega con Flora Pérez Mascote.