Aprovecha la recta final del verano y el comienzo del otoño para incorporar a tus looks un color tan favorecedor como el oro. Aunque es cierto que este color siempre nos ha dividido en dos bandos, e incluso podemos pensar que su combinación en muchas ocasiones es complicada, si sabemos cómo hacerlo y en qué momentos incluirlo en nuestro look puede convertirse en uno de nuestros colores recurso e incluso usarlo en nuestros looks de diario; aunque solo lo incluyamos en los complementos.
El color oro puede aportar un toque distintivo y elegante a tu look siempre que no lo empleemos en exceso ni a modo de total look. Con este color debemos emplear el dicho de “menos es más”, serán pequeños toques que levantarán el tono de nuestro look.
Podemos probar combinar una pulseras finitas en color oro junto con una falda de acabado metalizado, dejando una camiseta básica para la parte de arriba y unas sencillas sandalias en color beige por ejemplo. En el caso de la falda podemos optar porque las sandalias lleven tacón o en caso contrario que sean planas, esta segunda opción conformará un look más sencillo y cómodo.
Con looks de este tipo iremos incorporando poco a poco el color oro a nuestra vestimenta. Incluso podríamos comenzar, por ejemplo, solo por unos zapatos o sandalias en ese color y resto del look mantenerlo en marrón chocolate o beige; esto si aún nos dura el bronceado de la playa o si estamos en la playa hará que resalte más y conseguiremos un estilo bárbaro. O simplemente añadir accesorios y complementos en oro para ir haciéndonos a este color sin que nos sature ni lo combinemos de forma que no quede bonito ni chic. También, a la hora de maquillarnos, podemos tener en cuenta este color para nuestra sombra de ojos; queda discreto y elegante.
El color oro que debemos incluir para que no quede exagerado ni desentone debe de tirar hacia un tono champagne. De este modo además conseguiremos poder combinarlo con looks tanto de día como de noche. ¿Qué más podemos pedir? ¡Bienvenido color oro!
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