Hoy en día parece que no sabemos vivir sin nuestro teléfono móvil. Pero… ¿qué efectos tiene esta hiperconexión? ¡Entra y entérate!
El smartphone se ha convertido en nuestro imprescindible de compañía, ese aparato multifunción con el que lo hacemos todo: enviar e-mails, estar actualizadas, comunicarnos con nuestra gente y hasta incluso enseñar lo mucho que molamos al mundo gracias a las redes sociales.
Sin embargo, ese excesivo uso del pequeño aparato tiene sus desventajas. Aquí te muestro cinco razones por las que deberíamos apagar el teléfono de vez en cuando:
– Tus ojos se resienten
¿Te has mirado en el espejo y has notado tu mirada cansada? ¡El excesivo uso del smartphone contribuye a ello! El uso de estos dispositivos móviles pueden favorecer la aparición de síntomas de cansancio visual y alteraciones derivadas de la sequedad ocular.
El hecho de que la pantalla del móvil sea más pequeña que el resto de pantallas habituales hace que tengamos que fijar más la vista y, con ello, forzarla. Esto ocasiona una fatiga visual e incluso cefáleas, congestión ocular lagrimeo…
– Dedícale más tiempo a tus amigos de carne y hueso
El hecho de estar pegados 24 horas a nuestro smartphone crea una dependencia psicológica que en ocasiones va acompañada de una disminución de la vida social real porque se priman e incluso se sustituyen las relaciones personales directas por las que se mantienen a través del móvil.
Es muy triste estar en un lugar público y ver un grupo de chicos que en vez de hablar entre ellos cada uno atiende a su móvil, ¡no seas de esos y escucha a tus amigos!
– Puede causar ansiedad
Muchos profesionales coinciden en que las relaciones que se gestan a través de las redes sociales son más superficiales que las relaciones directas, no llenan. No resulta tan “real” como hablar cara a cara con alguien y ese “vacío” es una de las principales causas de que siempre se tenga la sensación de que se necesita más… Y es ahí, en esa sensación de necesitar siempre más, cuando puede nacer (y nace en muchos casos) la ansiedad, la dependencia.
– Puede desconectarte de la realidad
¿No te ha pasado alguna vez que estabas mirando el móvil y te has abstraído del mundo? Lo cierto es que la hiperconexión en la que vivimos inmersos acaba por provocar desconexión o, más bien, una falsa sensación de conexión.
Hay personas que están cada hora, minuto, segundo pendientes de su móvil. Así se crea una forma de relación que genera mucha ansiedad. Por ejemplo, el famoso doble check de Whats App o esas veces en las que colgamos un comentario en Twitter y que nadie lo retwitea…
¡Desconecta unas horas del móvil y echa la vista arriba, descubrirás todo un mundo!
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