Con la vuelta al periodo lectivo, muchos estudiantes que comienzan o continúan estudios que requieren acudir a centros lejos de casa, como universidades o campus, se ven obligados a buscar pisos para alquilar durante el calendario escolar. Pero muchas veces las prisas y el desconocimiento hacen que nos quedemos con lo primero que vemos, sin tener en cuenta muchos aspectos que podrían facilitarnos mucho la vida.
1. La localización. Lo más cómodo es buscar un lugar cerca de nuestra universidad/centro, ¿verdad? Pero muchas veces, por ciertas circunstancias, no es posible y nos vemos obligados a ver otras opciones que a la larga, nos crean inconvenientes por el tiempo o la dificultad del desplazamiento. Puede que un sitio que esté más lejano que otro parezca peor, pero también puede acabar siendo lo contrario porque quizás se encuentra en una zona mucho mejor comunicada por transportes públicos o con mejores zonas para aparcar. Es bueno no dejarse guiar únicamente por la distancia, sino por cómo podemos llegar a ese lugar y cómo.
2. La comunicación. Va ligada a la anterior, pero en un margen más amplio. A veces es mejor pagar un poquito más de alquiler y tener todo a mano de forma cercana y accesible, que pagar un alquiler barato y perder mucho tiempo y dinero indirectamente por tener que coger autobuses o metros para realizar cualquier cosa que necesitemos fuera de casa. Es conveniente estudiar un poco las zonas cercanas a nuestro centro de estudios antes de buscar alquileres.
3. Buscar ofertas. Muchas inmobiliarias y anuncios de particulares ofrecen ofertas exclusivas y mejores condiciones de contrato si sus inquilinos son estudiantes, ya que saben que estos vienen para larga temporada y les interesa que se queden. Algunas de ellas son muy jugosas, como incluir el wifi, facturas del agua, o incluso la totalidad de los gastos de los suministros en el alquiler, con lo que si en vacaciones de verano decidimos volver a nuestra casa, no tendremos problemas para las bajas y las permanencias de los servicios, ahorrándonos tiempo y dinero.
4. Recordar para qué vas. Esta premisa es muy importante, ya que hay que tener en mente el para qué se mueve uno: para estudiar. ¿Realmente necesitas un piso de 2 habitaciones para ti sólo? ¿Podrás estudiar bien en un estudio de 20metros cuadrados donde para abrir el armario tienes que sacar el sofá? ¿Parecen fiables esos compañeros de piso? Piensa que vas a estudiar pero también a vivir, será tu lugar de descanso y privacidad, por lo que debe adecuarse a tus necesidades. Ni pagar de más cuando no necesitas media casa, ni sentir un agobio extremo y no poder realizar trabajos agusto por falta de espacio. Meditación previa y consideración ahorran incomodidades y disgustos.
Fotografías: hoy, operahousingmadrid, enalquiler
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